Así se suele decir, ¿no? Que cuando se cierra una puerta se abren ventanas. Y asi lo siento hoy. Hoy cerré una puerta, la de la que ha sido nuestra casa durante el último año para no volver. Y así estoy segura de que van a abrirse cientos de ventanas, de ilusiones y de proyectos. Hoy me despedí de una de las casas donde nos hemos sentido más a gusto y donde hemos disfrutado de muchas experiencias positivas, familiares, con amistades, en compañía, en soledad... También algunas (pocas) de las que no guardo grato sentir pero que no hacen ni el más mínimo daño pues ya salieron del corazón para nunca volver.
Dejamos atrás un año de nuestra vida en el que apostamos por un proyecto educativo y familiar que no salió. Por muchos motivos no salió. Pero a pesar de que algunas personas lo puedan sentir como un fracaso, como un error, no es así. Lo que hemos aprendido ha sido mucho, lo que hemos visto nos ha servido para reforzar ideas e ideales, lo que hemos sentido nos ha llevado en otra dirección, lo que hemos compartido se queda para siempre con nosotros, lo que hemos crecido nunca se perderá, lo que hemos dado lo hicimos desde el corazón.
Y miro hacia atrás, cuando esta mañana cerraba la puerta de esa casa y tengo una sonrisa porque miro al futuro, a lo que viene, al horizonte, como lo hacíamos este verano los peques y yo en la playa. Comprendiendo que estuvimos allí el tiempo necesario para dar el siguiente paso en el que nos encontramos. Etapas de la vida, etapas del sentir, etapas del crecer, etapas...
Sentada ahora en nuestro nuevo hogar me siento tranquila, serena y muy feliz. Coincide el fin
de esta etapa con mi primera menstruación en la nueva casa. Un verdadero regalo, una verdadera espera, como una bienvenida de la que me siento agradecida a mi cuerpo de mujer y a mi sentir de esta fase. Como que mi cuerpo ha esperado la acomodación al nuevo hogar para poder dejarse sentir en esta faceta. Por si fuera poco esto, con esta mesntruación me uniré mañana a la bendición del útero, fijando en nuestra casa las bases de mi vivir femenino, mi espacio personal.
Ya sólo queda concluir un trámite administrativo de la pasada etapa que espero poder realizar antes de la celebración de Samhain en la que ya estamos "enfrascados" y así dejar "morir" todo lo viejo permitiendo el paso del nuevo ciclo. De momento me quedo disfrutando de esta preciosa banda sonora: