Revista Diario

Cerrando un ciclo

Por Belen
Recién llegada de la última reunión trimestral de tercero de Educación Infantil, puedo afirmar que hemos empezado a cerrar una importante etapa. Tres años que han pasado en un suspiro, tres cursos donde he visto a mi hijo crecer, desarrollarse y madurar. Qué distinto era mi pequeño cuando comenzó su aventura escolar, casi un bebé. El colegio nos ha hecho madurar a todos en esta familia, y a pesar de que a veces no hemos estado de acuerdo en algunos puntos, hoy al acabar la reunión sólo se me viene una palabra para resumir este ciclo: gracias
Cerrando un ciclo
Isabel, su profesora, esa persona maravillosa que nos ha acompañado este tiempo se ha convertido casi en parte de esta familia. Ha ayudado a Rayo a integrarse, a adaptarse, a amar el colegio. Entre todos, ella incluída, le hemos enseñado que aprender es divertido, emocionante, que cada día depara algo nuevo por saber. Creo que gracias a eso su curiosidad es infinita, devoradora y absolutamente apasionante. 
Dejé a mi niño en sus manos, confiando pero temiendo y hoy sé que mi hijo no pudo estar en otro sitio mejor. Y eso me hace seguir confiando para comenzar una nueva aventura completamente diferente y al tiempo motivadora: Educación Primaria.
Se me hace un pequeño nudo en el estómago y mis ojos se llenan de lágrimas. Mi gratitud es muy grande, casi tanto como mi pena por perder a Isabel. Ella ha sabido entender a Rayo a la perfección, le ha transmitido su seguridad, su serenidad y su paciencia. Sé que vendrán otros a los que mi hijo adorará, pero ella tendrá siempre su pequeño hueco en mi corazón y en esta familia porque nos ayudó a comenzar. 
Cuento esto en un momento donde muchos padres y madres estáis esperando saber el colegio donde vuestros hijos empezarán su vida escolar. Y sé de vuestros miedos, de vuestro temor a equivocaros. Sé la de vueltas que se dan a la cabeza, cuantos pensamientos relativos a ese día de septiembre donde se quedarán en el centro. Y ahora que finalizamos este primer ciclo os animo y os intento transmitir la seguridad que quizá en muchos momentos os faltará. 
Cuando todo comenzó nunca imaginé que llegadas estas fechas pudiera hacer un balance tan positivo. Sólo tengo que mirar a Rayo para saber que mi elección fue buena. Es un niño absolutamente feliz en el colegio. Además su nivel de aprendizaje es fantástico, sus relaciones sociales y otros aspectos trabajados en el colegio son estupendos. No olvidemos que el ciclo de infantil, todo entero, es una adaptación a la vida escolar. Así que, sin lugar a dudas, ¡misión cumplida! 
Lo bueno está por llegar.

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