Después de muchos años, un programa de televisión vuelve a sacar a la luz la desaparición del actor Julio Arenas mientras rodaba una película de Miguel Garay. Después de su emisión, ocurrirá algo que ni Miguel ni sus familiares pensaban que pudiera ocurrir...
El regreso de Erice no decepciona. Maravillosa esta película siguiendo su lenguaje cinematográfico, su profundidad, su magia y su ensoñación. 30 años después Erice sigue siendo Erice.
Y aunque no es imprescindible haber visto sus anteriores películas, sí merece la pena revisionar o visionar El espíritu de la colmena y El Sur para disfrutar aún más de Cerrar los ojos. Muchas referencias, guiños a ambas, sobre todo a la primera.
Una película para disfrutar despacio, con tranquilidad, en una sala de cine, buena imagen y sonido porque la fotografía y el sonido es algo que Erice cuida mucho.
Una historia que son muchas y también un homenaje al cine, al de siempre, al de la sala de cine oscura y el celuloide.
El cine sana. Y el de Erice es una prueba de ello.