Revista Mundo animal

Cerro de los Ánsares

Por Alvalufer

No todos los días tiene uno la oportunidad de estar dentro de Doñana, y menos aún de pulular por uno de sus parajes más afamados; es más, estar en estas dunas concretas viendo el amanecer coincidiendo con la época en la que los ánsares tienen el protagonismo de este espacio natural es aún más difícil. Pues todo esto he tenido la suerte de disfrutar al mismo tiempo, realmente los amaneceres en el sur de España( como sus atardeceres) tienen un color especial,y contemplarlos en primera fila gozando de  un espectáculo natural de primer orden hace que no exista ni el frío por un rato, sólo el disfrute.

027

El Cerro de los Ánsares es el punto más alto del Parque Nacional de Doñana, desde arriba de estas dunas uno puede contemplar todo el frente dunar, la marisma, Matalascañas por un lado  y hasta Grazalema al fondo en la otra dirección. Cada invierno los ánsares llegan del norte de Europa a pasar aquí esta estación,  durante este tiempo se alimentan  preferiblemente del rizoma de una planta llamada castañuela,y para ayudar a su digestión acuden cada mañana masivamente a estas dunas móviles que menciono con el fin de consumir arena. Este año de 2013 como aún no ha llovido suficiente se están concentrando masivamente al atardecer en la marisma de El Rocío, que es de los pocos sitios con agua ahora mismo, por lo que acudir a este enclave al atardecer puede suponer, tal y como también disfruté, ver el cielo lleno de ánsares que vienen de recogida.

Pero volvamos al Cerro de los Ánsares. Mi presencia allí se debía a SEO Doñana,una oficina de esta asociación verdaderamente sobresaliente actúa en el espacio protegido y organiza unos voluntariados que consisten en la retirada de plomo de estas dunas. ¿Pero cómo que plomo? Pues en efecto, esta especie era cazable hasta los ochenta del pasado siglo XX y durante décadas ha sido cazada masivamente por lo más selecto de nuestro país (y de otros). Estos cazadores acudían a este mismo enclave al conocer el gran acúmulo de ejemplares que se da allí por las mañanas y podían vivir jornadas de caza que para ellos serían francamente memorables. El problema es que el plomo de sus cartuchos de escopeta cayó a la arena y ahí ha permanecido hasta hoy, imaginad la de toneladas de plomillos que podemos encontrar en la zona si durante décadas se han dado grandes cazas allí.

Los ánsares, al consumir arena, ingieren igualmente  ese plomo depositado, e incluso al tener  un tamaño algo mayor que los granos de arena pueden ser más ingeridos. Éste plomo, cuyo poder nocivo es conocido por todos, produce mortandad en los ánsares al ser consumido, de modo que 5 bolitas de plomo ya pueden causar la muerte de un ánsar. Y no solo eso, sino que si esos ánsares son predados por poner un ejemplo por el águila imperial el plomo pasaría a la cadena trófica bioacumulándose. Se ha demostrado ya un efecto del plomo en el grosor de las cáscaras de huevo de las águilas, disminuyendo por lo tanto el éxito reproductor.

Actualmente  se realiza una retirada del plomo con una máquina motorizada, pero la labor manual sigue siendo vital porque hay zonas donde no actúa la maquinaria al tener vegetación protegida, aparte de que por cuestiones de molestias a la fauna no opera durante todo el año.

Acompaño la entrada de un par de fotos tomadas por mí en este magnífico amanecer rodeado de cientos de aves en un enclave digno de admirar.

029


Volver a la Portada de Logo Paperblog

Revista