Revista Cultura y Ocio
La única imparcialidad que conozcoes aquella neutralidad fílmica u ortográfica que me permiteun plano general largodesde los cerros empotrados en un cielo de ángeles implumes
soy dueño de un voluntario prejuicio por seducir al lente con el aliento sin nombre putrefactoque despierta lágrimas animadasdestruyendo su afán por rostros sin prisa ni jadeo
aquí donde el mar es mardonde el cielo es tierrano cabe el pesimismo paupérrimola alienación se inmuniza de realidadprocreando la utopíael flash barre como pensamientohacia la ciudad dormida en su caosde justicia
condenen(el perdón tendrá su historia) pero el opio a esta altura avivadios duerme abajo junto al excesoy aquí nos arden sus sobrassu consuelo ya no abriga la fe es una incansable agonía
podría ser imparcial pero en la cima a uno le nace la tentación de poder invertir con un disparo el día de atropellar la ciudadde remediar la herida