No habéis leído mal el título: este loft está en lo que antes era una antigua fábrica de cervezas que hace unos años se reconvirtió en viviendas.
Sinceramente nunca tendría un loft porque no me gusta esa unificación de espacios ni ese aire industrial que siempre suelen tener este tipo de viviendas. Además me parecen una vivienda para una pareja, pero no para una familia.
Pero a pesar de todo esto que os digo, este loft me llamó especialmente la atención por su luz, ya que toda una pared está convertida en una cristalera. No sé si es muy cómodo para la privacidad, pero si es bonito a la vista, ya que da a un bonito patio.
En cuanto a la decoración si que sigue las líneas que me gustan: minimal y en tonos blancos. Además creo que es la combinación perfecta a la línea industrial.
Créditos:ApartmentTherapy.