Hacía mucho tiempo que no hacía cestas de ganchillo. Así que estos últimos días me ha entrado el mono, y me he puesto a hacer algunas, con cuerda de algodón en color beig y un para adornar algodón en azul agua.
Me gustan mucho para decorar, como os enseñé aquí.
Estas las he hecho para el cuarto de baño, para meter jabones o algodón de desmaquillas, pero se me ocurren muchas aplicaciones.
El azul agua me encanta, me parece un color muy fresco y veraniego, lo he usado con moderación porque el hilo es muy fino y no tiene "consistencia" suficiente como para dejar el cestito con forma (y no me apetece nada tener que almidonarlo).
Si queréis que quede más reforzada, más "rígida", podéis usar cuerda de cáñamo un poco más gruesa, como os ensené en este post (una cestita que regalé a una amiga), o en en este otro, una cestita cuadrada porque este tipo de hilo permite hacer la forma que quieras. Con algodón o lana fina quedan blandas y se deforman con facilidad. Hay quien usa almidón para darle rigidez, pero eso exige plancharlo mojado e ir dándole la forma. Otro truco es empaparla en cola blanca diluida con agua y dejarlo secar con la forma deseada, pero a mi me gusta poder lavarlas, por eso intento usar tejidos que tengan cierta "rigidez" pero que no necesiten usar ninguno de los sistemas que os he contado. Con esta entrada me uno a Inventando el Finde del blog de Olga.