Siempre hay gente que te recuerda un disco que hace tiempo que no escuchar.
Estos días ha pasado con este único disco editado en el el 93.
Un rara avis dentro de la música española, ya que llegó a entrar en las listas y tuvo repercusión.
Utilizando la electrónica y la música clásica y uniendo la voz de un soprano masculino, el resultado no se puede catalogar de otra manera que delicioso.
Chafino y José Ramírez se unieron para esta única ocasión para crear este magnífico disco que no tuvo continuidad por desgracia.
El disco es un remanso de paz, un viaje a los sentimientos más bonitos que podemos tener.
Las versiones, tanto de Beatles como la Mike Olfield, están no sólo hechas con respeto, sino que adoptan otra dimensión, como si con aquellas, llegasen de una vez por todas al status de clásicas.
Hombre de Papel fue el single de salida y creo que dejó a muchos de nosotros con la boca abierta.
Era distinto a lo que sonaba en las radiofórmulas, pero tenía el gancho suficiente para no pasar desapercibida.
Esa combinación que tiene todo el disco entre moderno y clásico es perfecta.
Supongo que a los puristas de la música clásica no les dirá nada este disco.
Pero para los que siempre estamos buscando cosas distintas y que nos llamen la atención, este disco cumplía las espectativas.
Soñando Contigo también tuvo su tiempo en la radio de aquellos años.
Y es que El Breve Infinito consigue algo que para mí es muy difícil y complicado.
Y ello no es otra cosa que caminar por el filo de lo malo y lo muy bueno.
Evidentemente para mí consiguieron esto último, ya que en otros casos este tipo de discos me suenan soporífiros.
Los instrumentales tampoco tienen ningún desperdicio. Cortos, claros, preciosos.
Realmente es un disco para escuchar entero cuando tu estado de ánimo te lo permita. Cuando quieras que esa tristeza dulce que cabalga por tu interior aflore, te reconforte y te relaje.