La canariedad es intensa en mí
Chago Melián es un cantante hortera y casposo, poeta mierder y pintor de centro comercial.Cantando es muy intensito y pelota con su tierra natal. De hecho, pone los ojos en blanco y el cuello se lo tira hacia atrás, como si estuviese experimentando un plano emocional inaccesible para el resto de los humanos. Su concierto más multitudinario fue cuando cantó desde su terraza durante el confinamiento del Coronavirus. Sus vecinos huyeron durante la noche y prefirieron arriesgarse al contagio.
Gracias a sus contactos producto del compadreo, se lleva siempre el dinero público para las galas y las subvenciones para sus discos y exposiciones de cuadros, cuando otros músicos, y artistas, son reiteradamente marginados y olvidados.
Nacido en Tenerife, pronto se interesó por la pintura. Aquello no se le daba especialmente bien. Su pintura se caracteriza por ser del tipo de esa que se hace en cinco minutos para vendérselas a los turistas en El Yumbo.
Así que quiso ser cantante. Su inicio estuvo marcado por ganar en 1979 el concurso televisivo Gente Joven.
Cuenta en su haber con ocho discos que seguro están pudriéndose en las gasolineras de pueblos perdidos en las medianías de Gran Canaria. Él asegura que el que grabó con la Orquesta Sinfónica de Tenerife alcanzó 25.000 discos vendidos solo en Canarias y 5000 en el resto. No se lo cree ni él. Y eso si no hablamos de ese Ave María que de buen seguro hizo revolverse en la tumba a Schubert.
La Laguna lo nombró Hijo Predilecto. Si esta es la máxima personalidad de esta ciudad, debe ser un pueblo muy poco interesante.