Ambiciosa novela que recrea el año en que va a comenzar la vida pública de Jesús de Nazaret. Durante esos doce meses el autor nos traslada a Roma y a Jerusalén, y también a Partia y las tetrarquías de Palestina. Es un libro de ambientación (histórica, geográfica, política, social y religiosa), con personajes históricos y ficticios, muchos tomados del Nuevo Testamento. El autor (Cuenca, 1962) lleva a cabo una buena labor de síntesis y maneja con orden los múltiples frentes abordados. Se siguen diversas cronologías basadas en diferentes hechos: la Creación, la salida de Egipto, la Fundación de Roma y la zoroástrica.
Los integrantes de la familia Julia-Claudia (aquí sobre todo Tiberio y Calígula), con el Prefecto Sejano en el epicentro, comparten protagonismo con Reyes persas, Sumos Sacerdotes judíos o conocidos protagonistas del Evangelio (los ladrones que mueren junto a Jesús, Zaqueo, Herodías o el apaleado que es socorrido por el buen samaritano). El elemento de ficción lo constituye la huida a Jerusalén, desde Roma, de Josías y Esther, últimos descendientes de los Macabeos, legítimos herederos al trono de Israel. El patricio romano que les acompaña y Esther terminan enamorándose. El elemento novelesco se completa con la búsqueda del Arca, enterrada por Jeremías en una caverna antes de que los babilonios destruyeran el Templo de Jerusalén.
La novela es una entretenida introducción al tiempo en que Jesús eligió vivir, al modo en que lo hacen tantas Vidas de Cristo escritas.