Es la bebida de moda, muchisimos la han copiado haciendo gala de una mayuscula falta de pudor, la botella barnizada de blanco llama la atención, nos enfrenta a algo distinto, a cometer sacrilegio, a beber champagne con hielo, se sirve en una copa grande de vino con tres variantes distintas, menta, cascara de limón o naranja bellamente cortada que la hacen ver fresca y natural, seduce por su apariencia, ya en nariz el vino pasa desapercibido, lo bello se queda solo para la foto, en boca el sabor se ha diluido con el agua del hielo y ni siquiera deja ver rastro de acidez y en cuanto a precio 15 Euros por una copa es demasiado por la bebida pero justo por la experiencia.