Los champús secos no son un invento de última generación, todo lo contrario, nuestras madres ya conocían estos productos, si bien, con las nuevas tecnologías han mejorado considerablemente.
Este tipo de champú está basado en polvos como el almidón o el talco y absorben el sebo del cabello para después eliminarlo con un cepillado.
Aunque no me inspiraba mucha confianza, el resultado de este champú a la leche de avena,me ha sorprendido agradablemente. El envase es un spray muy práctico, se aplica a una distancia media del pelo (de la misma forma que si te echaras laca, pero por todo el pelo), verás que queda un polvillo grisáceo, acto seguido cepillas eL pelo y el resultado es un pelo suelto y con aspecto limpio.
Es muy práctico para usarlo entre lavados, un día que no tengas tiempo de lavarte el cabello, o en viajes, escapadas...¿Lo compraré? Sin ninguna duda, me resulta muy cómodo aunque no lo veo para uso habitual, para ciertas ocasiones creo que es muy útil y podría llegar a ser un básico en tu neceser
No tengo muy claro como irá con cabellos muy grasos, pero para un cabello normal o seco es muy recomendable.
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