Chan Street: Otra comida china es posible

Cuando os mencionan un restaurante de comida china lo primero en lo que pensáis es en cerdo agridulce, pollo con almendras, arroz tres delicias y un caledario de regalo al pedir la cuenta. Lo sé, a mi también me pasa. Antes de seguir leyendo estas líneas os voy a pedir que dejéis de lado todos los clichés que van asociados s a este tipo de locales ya que hoy os quiero hablar de Chan Street. ¿Comida china? Sí, pero diferente, muy diferente.

Con la premisa de servir comida china callejera y de huir de los tópicos ha abierto, hace poco más de un mes, este fantástico restaurante en la Calle Barbieri 4, a pocos metros de la Plaza de Chueca. En cuanto apoyas un pie sobre su suelo ya eres consciente de que vas a pasar un buen rato, en un ambiente desenfadado. Un sitio perfecto para una quedada de amigos mientras saboreas y te sorprendes con estas joyitas culinarias llegadas del lejano oriente.

Chan Street tiene su centro de operaciones en un local moderno, alegre y colorido. Un buen rollo del que también hacen gala sus camareros, todos majísimos, certeros a la hora de hacer las recomendaciones y muy atentos. La pregunta es ¿Qué vamos a encontrar en la carta? ¿Qué se entiende en este caso como comida china callejera? Aquí nos esperan desde una selección de entrantes a los, cada vez más afamados baos, pasando por brochetas, platos de noodles...cuanto a la comida, qué os voy a decir, un nivel general de notable alto, con propuestas ideales para compartir y con algunas gratísimas sorpresas como las que vais a poder ver a continuación. Así fue nuestro particular fetin:

Ju Hua Chun Juan (Rollito frito de masa fina en forma de flor relleno de gamas picadas) 2 unidades, 3,90€ Nada que ver con los rollitos aceitosos de otros restaurantes chinos, una envoltura crujiente con una masa muy rica en su interior que combinado con la salsa estaba delicioso.

Tang cu Pai Gu (Costilla de cerdo cortada en dados, marinadas y aderezadas con azúcar de caña y vinagre de arroz, preparado en frío) 5,90€ Otra grata sorpresa fueron estas costillas troceadas que se sirven como entrante, la carne se despegaba fácilmente del hueso (buena señal) y el toque ligeramente dulce, excelente.

Xiang La Niu Rou Chuan (Brocheta de ternera finamente sazonadas y algo picante, estilo Street) 4,90€ Para mí, el único plato que bajó un poquito el nivel, quizás me esperaba un sabor más intenso, o puede que en comparación con el resto de los platos de la cena, éste fuese más suave y por eso me resultó el menos sorprendente.

Bao Pato de pekín (Pan bao al vapor con relleno de pato crujiente con salsa pekinesa y bastones de pepino fresco) 3,90€ No podría faltar el plato de moda de este 2016, el bao. De tamaño generoso, en comparación con otros baos que he probado recientemente, fue como degustar el típico plato de pato pekinés pero en nuevo formato ¿Veredicto? ¡Riquísimo!

Tie Ban Zhu Jing Rou (Secreto ibérico trozeado a la plancha con salsa secreta de lima) 9,90€. Aquí vamos con el que fue, a mi modo de ver, el gran vencedor de la noche, a mi juicio, obligatorio si vas a comer a Chan Street. Un secreto ibérico que viene fileteado, con un excelente sabor a la brasa y cuyas lonchas mojamos en una salsa que, como su nombre indica, es secreta, pero con unos toques ácidos. Muy, muy bueno.

You Po Mian (Tallarines salteados con carne picada y ajo, acompañadas de pak choy y cebollino) 7,90€ Estos tallarines son, junto al plato anterior, una de las recomendaciones del chef y lo confirmo totalmente. Unos fideos sueltísimos y tiernos, con un sabor intenso, una delicia para el paladar. Si vuestro hambre os lo permite, también otro imprescindible en la comanda.

Gofre ¿Un gofre chino? La verdad que alucinamos con la presencia de esta delicia en la carta, ya nos habían avisado los camareros que teníamos que reservar hueco para el postre ¡y fue todo un acierto! Este gofre no es tosco y compacto como los que estamos acostumbrados, es muchísimo más ligero y esponjoso. Si a esos le añadimos las diferentes opciones de toppings que hay, el resultado habla por sí solo.

No es porque Chan Street esté al ladito de mi casa pero os aviso que ésta fue la primera de muchas visitas a este descubrimiento culinario. Una carta no muy extensa pero compensada y muy bien ejecutada. Sabores variados e intensos, ambiente divertido, buen trato y la certeza de que éste lugar va a dar mucho que hablar. Chan Street nos demuestra que otra comida china es posible ¡Y sin chupitos de licor de lagarto!