De todo lo que me compré el otro día de la colección de Essence Whoom Boom destacan los glosses que cambian de color. Hay varios. Yo vi uno amarillo que cambiaba a rosa y el que me quedé, de azul a rosita...
Queda muy natural y, aunque al principio me pareció un poco pegajoso, ahora me parece simplemente perfecto. Debe ser que me apliqué una gran cantidad de producto pero ahora he moderado el consumo... y es que tiene un olor a dulzón, como a gominola o algo así, y dan ganas de comérselo.
Pues eso que lo llevo en el bolso y me tiene realmente enganchada. Es mi gloss de cabecera, junto con el XXL natural de Essence en el tono Tofee que huele y sabe a eso, a caramelo. Deliciosos los dos.
Os dejo con las fotos de cómo me queda a mi, supongo que el color varía dependiendo de la pigmentación de cada persona.
Nos leemos, pronto.
Besos