El día en el que Paramount se gastó lo indecible por un actor emergente
La semana pasada conocíamos que G.I. JOE 2 ha visto su estreno aplazado casi un año a cuatro semanas de la fecha original tras una campaña promocional nada barata, spot de la Super Bowl incluido. Las razones oficiales pasaban por la conversión del filme al formato de moda, el 3D, que contradecían las declaraciones previas de su realizador y que resultaban a todas luces desproporcionadas dado el importante desembolso perdido. Hoy, gracias a Deadline, hemos conocido la verdadera causa, que implica el rodaje de escenas nuevas y que han mantenido en secreto, suponemos, para que no se note mucho que hay más ganas de reventar la taquilla que de hacer una buena película.
La solución al culebrón, con insalvables spoilers sobre el argumento de la cinta, tras el salto.
Channing Tatum muere al principio. Como recordaréis, en 2009 Tatum apuntaba más para reemplazo de última hora de John Cena que de Tom Hardy, aún no había protagonizado la cachondísima Infiltrados en Clase (crítica aquí), ni se había convertido en el nuevo muso de Steven Soderbergh en Haywire y la inminente Magic Mike, con lo que su participación en G.I. JOE 2 era meramente continuista una vez The Rock asumía el protagonismo de la franquicia.
Ha sido precisamente tras conocer los números finales de Infiltrados en Clase (188 millones de dólares recaudados frente a 42 de presupuesto) que en Paramount han decidido paralizar por completo el proyecto para volver a montar los decorados, convocar a los actores y rodar escenas nuevas para el lucimiento de Tatum utilizando la conversión a 3D como cortina de humo. ¿Os imagináis que incluso le salvan la vida a su personaje?
Hoy es el día en el que las palabras de cierto publicista -y vacacionero televisivo- que calificaba a los artistas de "productos" cobran más sentido que nunca al referirnos al séptimo arte.