Nunca pensé, cuando me mudé a vivir a mi casa actual, que iba a encontrar una buenísima amiga entre mis vecinos. No se valora suficientemente el valor de las personas con las que convives, y lo necesario que es encontrar vecinos como los de antes, que son además amigos con los que puedes contar para cualquier cosa.
Yo tengo una vecina así, nos hacemos de canguro mutuamente, lo que es un alivio, me pasa ropa para mis peques, hacemos la compra juntas, etc. Y nos damos compañía y apoyo mutuo.. en fin, que no sé cómo podría vivir sin ella.
Hace un par de semanas me pidió un favor. Tenia una chaqueta de punto que su madre hizo ya hace 12 años para un sobrino, y que ahora estaba utilizando su hijo. Se trata de la última prenda que hizo su madre antes de fallecer. El problema era que, aunque le estaba bien al peque, de mangas y talle quedaba corta, por lo que me pidió que la alargase para que la pudiese seguir usando más tiempo.
Así que no me pude negar. Para poder alargarla de alto, tuve que hacerlo valiéndome de una aguja de ganchillo, e ir montando los puntos uno a uno, hasta tenerlos todos montados, y poder continuar con las agujas de punto. Le he añadido 16 vueltas a calceta, y lo rematé para que pesara más, un remate a ganchillo. Así he conseguido que no se rice.
En el caso de las mangas, el añadido se lo he hecho sólo con el ganchillo, porque era más difícil trabajar en un círculo tan pequeño.
Me dio tanta alegría acabarla, que antes de hacerle fotos se la subí a mi vecina para que la pudiese usar cuanto antes - así que las fotos las hice después en su casa con el móvil, ; ) -.
Es uno de los proyectos que más feliz me han hecho, por poder alargar la vida de esta chaqueta tan especial. Espero que su peque la disfrute muuuucho tiempo más.
Saludos,
Mayte