Revista Cultura y Ocio

Charles Ives: 'The Unanswered Question'

Publicado el 15 marzo 2010 por Titus


Originalmente escrita como parte de la obra Two Contemplations (la otra contemplation es Central Park in the Dark), The Unanswered Question (la pregunta sin respuesta) se ha convertido en la obra más conocida del compositor norteamericano Charles Ives (1874-1954). Como ocurrió con gran parte de sus partituras, transcurrió un largo tiempo entre su composición (1906) y su estreno (1940).
Jan Swafford, biógrafo de Ives, la define como "una especie de collage en tres niveles distintos, coordinados ásperamente". Esos tres niveles son un cuarteto de cuerdas, que representan, en palabras del propio Ives "el silencio de los druidas, que no saben, no ven, ni oyen nada"; una trompeta sola que lanza en siete ocasiones "la perenne pregunta de la existencia" y un cuarteto de maderas que buscan "la respuesta invisible", aunque acaban abandonando la búsqueda, de forma que es el silencio quien acaba contestando. Cada uno de los tres niveles tiene su propio tempo y su propia tonalidad. El conjunto resultante fue definido por Ives como "un paisaje cósmico". Es apreciable en esta y otras de sus obras la influencia que sobre Charles Ives tuvieron los trascendentalistas de Nueva Inglaterra, Emerson y Thoreau.
Leonard Bernstein, quien dirigió esta obra en numerosas ocasiones e incluso le dedicó una serie de conferencias en la Universidad de Harvard, dijo sobre ella en 1967:
Ives asigna la «pregunta» a un solo de trompeta que la entona seis veces por separado. Y cada vez que la da, llega una respuesta o una tentativa de respuesta, por parte de un grupo de maderas. La primera respuesta es muy indefinida y lenta; la segunda un poco más rápida, la tercera aún más rápida, y para el momento en que se da la sexta es tan rápida, que parece un salvaje farfullar. Las maderas —que se dice que representan nuestras respuestas humanas— crecen en intensidad, cada vez más impacientes y desesperadas, hasta perder todo su significado. Y durante todo este tiempo, desde el mismo inicio ciertamente, las cuerdas han estado tocando su propia música por separado, infinitamente suave, lenta y sostenida, sin jamás cambiar, sin nunca intensificarse para ser más fuerte o más rápida, sin nunca verse afectada de ningún modo por esa extraña pregunta ni por el diálogo entre la trompeta y las maderas.
Vamos a escuchar The Unanswered Question tal y como la tocó la Filarmónica de La Scala de Milán con la dirección de Gustavo Dudamel. Siguiendo las indicaciones del compositor, la trompeta está separada de las maderas, tan separada que está en un palco. Lástima de los aplaudidores precoces que rompen la magia del silencio final.

Vídeo de gab1279


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