Noruega:
El asesinato indiscriminado de doce personas en Paris, relacionadas con la publicación Charlie Hebdo es un acto criminal despreciable. Pero la desmedida proporción que le están dando los medios de comunicación revela una actitud corporativista de un colectivo hacia la sociedad. Están inundando los medios con la misma noticia cuando en realidad lo que habría que debatir no es la libertad de expresión sino donde hay que trazar una línea que cualquier persona "normal" comprende que no debería atravesar.
La libertad de expresión ha sido siempre asociada a la defensa de los intereses de los más desfavorecidos en contra de las clases dominantes, otra cosa bien diferente es humillar las creencias religiosas de otros colectivos.
Con los tiempos que corren, los extremismos floreciendo por todas partes, este tipo de comportamientos, por ambos lados, no hacen más que agudizar problemas que en realidad se están abultando para beneficio de muy pocos.