Resulta paradójico que la característica más realista de unos personajes que solemos considerar los menos "humanos" -me refiero a las víctimas de una película de terror- sea la causa de sus irremediables muertes. En Charlie's Farm, los protagonistas, tras la temeridad de atreverse a pasar una noche en la escena de unos antiguos crímenes, escriben sus nombres en la pared: "yo sobreviví a la granja de Charlie". Pero la película no ha acabado. Ninguno cree que haya realmente un asesino, como ninguno de nosotros -en el mundo real- cree jamás que vaya a sufrir un accidente o una enfermedad grave. Todos pensamos, antes de coger un avión, que no se va a caer, pero yo siempre pienso que las pobres víctimas de un accidente aéreo también creyeron que no les iba a pasar nada. En un slasher, la incapacidad de las víctimas de reconocer el peligro, les condena.
Hay una razón de economía creativa que justifica que los protagonistas de una película con psycho killer no sean precisamente tridimensionales. ¿Vale la pena desarrollar a un personaje que sabemos morirá en una escena que dura unos pocos segundos? ¿Es una muerte a machetazos un final satisfactorio para el arco dramático de un personaje? Probablemente no. En Charlie's Farm pecan de alargar demasiado la peripecia de sus protagonistas antes de comenzar la matanza. El body count es más bien bajo. Pero cada muerte es brutal, divertida y visualmente impactante gracias a la pericia del director -Chris Sun- y a unos estupendos efectos especiales.
-AVISO SPOILERS-Charlie´s Farm apuesta por la clásico y, seamos sinceros, el friki del terror es más bien conservador: quiere más de lo mismo. No hay innovación en que cuatro jóvenes -idiotas- se adentren en una granja donde han ocurrido sangrientos asesinatos para luego ser perseguidos por un asesino que los despacha uno a uno. De hecho, el casting de la película demuestra que los autores conocen bien a sus "padres". Bill Moseley repite su papel como asesino sádico y "familiar" de Masacre en Texas 2 (Tobe Hopper, 1986) y La casa de los mil cadáveres (Rob Zombie, 2003). Pero es que lo hace muy bien. Tenemos además a Kane Hodder, que ha interpretado a Jason Vorhees en cuatro películas, a partir de Viernes 13 VII: Sangre nueva (John Carl Buechler, 1988) aunque aquí hace el papel de héroe que intenta rescatar a las víctimas, pero falla. Por último tenemos a una protagonista que responde al arquetipo de la scream queen, nada menos que Tara Reid, que tras American Pie (Adam Herz, 1999) se prodiga en este tipo de producciones de Serie B, como Sharknado (Anthony C. Ferrante, 2013) y secuelas.Este respeto por la tradición no impide que Charlie´s Farm esté bien hecha. Consigue incluso ser muy inquietante: la escena en la que Moseley habla con su víctima atada a una cama. Además, dos elementos novedosos separan esta película del grueso de los slashers más típicos. Primero, la inclusión de una subtrama en flashbacks de los crímenes del pasado que suponen el origen de Charlie, interpretado por un gigantesco Nathan Jones al que acabamos de ver en Mad Max: Furia en la carretera (George Miller, 2015). El otro giro es que Tara Reid debe haber pensado, al comenzar a leer el guión, "soy la protagonista, soy la más famosa, seguro que al final sobrevivo". Se equivocaba.