Charlie y el Gran Ascensor de Cristal

Bueno lo que quería explicar, con toda esta parrafada, es que a mis diez u once años tenía un poderoso apetito lector que me hizo querer conocer más obras escritas por este mismo autor y eso me llevó a descubrir a Charlie y el Gran Ascensor de Cristal. Me emocionó mucho encontrarme con una secuela de las aventuras de Charlie y el señor Willy Wonka.La historia comenzaba justo donde terminaba en el primero, salvo que aquí las aventuras vividas por Charlie se volvían el doble de estrambóticas y fascinantes. Al principio tuve miedo de que esta continuación de la novela, que yo había dado por finalizada, me decepcionase. No podía estar más equivocada.Aunque siempre le guardaré especial cariño a la parte en que Charlie visita la extraordinaria fábrica de dulces y conoce al estrafalario Willy Wonka, con Charlie y el Gran Ascensor de Cristal me reí mucho y pude encontrarme en escenarios completamente nuevos para mí. Esta novela supuso mi primer acercamiento a la ciencia ficción y a la temática alienígena, además, le agradecí que me hiciera imaginarme el espacio con todas sus estrellas, planetas y galaxias.Charlie y la Fábrica de Chocolate se publicó en 1964 pero su secuela no vio la luz hasta nueve años después en 1973. Me sorprendió descubrir que Dahl quiso publicarlas como un solo libro pero que su editor lo disuadió y convenció de hacer dos novelas, quizás pensó que podría ser demasiado extenso para los niños o creyó que ambas partes no cuajaban juntas.También es curioso ver que ningún director, incluido Tim Burton, no se hayan atrevido a llevar al cine tan curiosa secuela que durante años y todavía hoy sigue siendo tan poco conocida.
Al echar la vista atrás me siento muy afortunada por no haberme perdido tan divertidas novelas de las que tanto disfruté. Hay cosas que solo tienen una edad y ésa es la edad adecuada para saber apreciarlas. Los padres deberían preocuparse por cultivar la imaginación de sus hijos y para ello los libros son el mejor medio posible. Los libros te ayudan a crecer y a entender mejor todo lo que te rodea, a soñar despierto, a tener conocimientos que quizás de otra manera no tendrías. Cuando eres niño y aprendes a amar la lectura es cuando más gratificante y casi mágico te supone leer. Cada libro nuevo que cae en tus manos es una nueva aventura que estás a punto de vivir.Charlie y el Gran Ascensor de Cristal es una de esas novelas que tantos buenos ratos me dio y recomiendo su lectura encarecidamente para cada niño que empieza a leer o para todo adulto que quiere recordar lo que era ser un crío.


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