El tema se editó en el 82 y se mueve por los terrenos Funk casi con los parámetros clásicos del estilo. Una melodía de teclado, bajo punzante, batería impasible y ese riff de guitarra tan carácterístico del género.
Y lo bueno, a pesar de tanta modernidad en los 80, donde lo nuevo duraba menos que un pastel a la puerta de un colegio, pues funcionó.
En la cara b está Reverie que es una pieza intrumental con sólo piano y que es puro Jazz.
Viene bien siempre recordar temas así.