Su andadura en la escultura metálica comenzó con placas de zinc, pero las limitaciones del material le llevaron a buscar otro tipo de metal que le proporcionara una mayor flexibilidad. La respuesta la encontró en la chatarra, que ofrecía opciones más creativas en la textura de la superficie, el color y la forma.
Cada pedazo de chatarra con su carácter individual me da un enorme potencial en el montaje y el diseño de mis esculturas. La historia de metal que se encuentra en ella se revela en sus bordes rotos por desintegración, las superficies de hueso, pátinas naturales y el juego de los elementos. Las formas y las superficies remanentes traen otra capa de contenidos a mi trabajo, una síntesis de mi visión y la personalidad inherente a la pieza encontrada.
Las formas las consigue mediante un cortador de plasma, uniendo posteriormente las piezas necesarias mediante soldadura. La textura es la natural, aunque a veces añade ácido para mejorar el proceso de oxidación. Posteriormente añade el color mediante sucesivas capas de tinta y esmalte acrílico pulverizado. El último ajuste lo hace con lápices para terminar con una capa conservadora de acrílico trasparente.
Polillas, ropas, cortezas y hojas, instrumentos musicales y otros trabajos en metal en su web: Kari Von Wening.
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