Quedará para la leyenda eso de que envenenaron al presidente Hugo Chávez pues poco y nada se podrá comprobar. El punto es que la presunción cuajó y hoy en día son tantas las sospechas y hasta evidencias de locuras que esa élite de asesinos viene aplicando en distintas partes del planeta, que la sospecha de que envenenaran a Chávez es muy, pero muy creíble para cualquiera excepto para aquellos que sólo se informan desde las fuentes que -obviamente- ellos mismos controlan. A pesar de ello, hasta CNN reprodujo la versión y -claro está- completó con entrevistados que negaban cualquier posibilidad de ello.
Que este mundo está re loco, lo sabe cualquiera, y que muchos de los hacedores de dolor están desquiciados ya es evidente, y nada les impide apretar a un papa hasta hacerlo renunciar, o amenazar a toda una cúpula gobernante para rematar los bienes de un país y luego de sus ciudadanos, desde Portugal hasta Grecia o Islandia.
Algunos inocentes festejan vez que se enteran de los notables avances tecnológicos que miniaturizan todo y corren al mercado a comprar todo aquello que tiene mayor capacidad de almacenamiento y a su vez es más pequeño. En la realidad más concreta, lo que está a la venta es el descarte de lo que están fabricando para los que mandan.
Es como los automóviles que nos venden con velocidad de hasta 180-200 km/h, mientras ellos ensayan bólidos terrestres que están por llegar a la velocidad del sonido, o tal vez ya lo superaron.
El punto es que de cuando en cuando, ya sea para mostrarnos lo capaces que son o para advertirnos que mejor ni intentemos rebelarnos, exhiben algunas de sus armas letales con comandos remotos (aviones Drones) o la tecnología sofisticada para espiarnos. Hace un año atrás era un ave del tamaño de un picaflor y en estos días está circulando la imagen de un mosquito con facultades para transmitir filmaciones y sonido; pero no queda en esto, sino que además puede picar al destinatario, tomarle muestras de ADN o inyectar microchip para rastreo GPS. De ahí a inocular enfermedades hay sólo un paso, siempre y cuando esta tecnología exista en realidad y no sea sólo una amenaza mediática para atemorizar.
Entonces, que le hayan inoculado cáncer a los líderes suramericanos es muy creíble pues estos señores están muy desquiciados y poco les interesa competir en igualdad de posibilidades. frente a frente o por medio de la diplomacia. Ahí está Malvinas pues mientras la diplomacia argentina propone dialogar, el gobierno británico responde con amenazas militares, aún cuando ya no le quedan socios en Naciones Unidas que respalden esta posesión británica.
Los hijos se parecen mucho a sus padres y los pueblos conservan sus características durante siglos. Esta norma también debe aplicarse a los piratas de los siglos XVIII y XIX, que nada entendían de diplomacia y arreglaban todo mediante las armas y la traición.
Los piratas actuales se sienten dioses por cómo amenazan e invaden a todos aquellos líderes que reniegan sometimiento a ellos. Este es su fuerte, pero a su vez es su debilidad, porque no se ponen a evaluar las posibles consecuencias, y a ello apunta el título de esta nota.
Una hidra es un pequeño animalito, muy primitivo, que vive en las aguas dulces, inocula un líquido urticante -inofensivo para el hombre pero que paraliza a las presas de las que se alimenta (invertebrados)- y tiene un asombroso poder de regeneración ya sea sexual como asexualmente.
Algunos biólogos del siglo XIX concluyeron que la hidra puede desmembrarse en celdas individuales y luego reagruparse hasta formar una nueva hidra. “A menudo se ha asumido que las hidras son únicas entre los animales en el sentido de que no sufren envejecimiento y son biológicamente inmortales”.
“Si el cuerpo de una hidra es cortado en diferentes partes, cada parte regenerará una cabeza en su lado apical original y un pie en su lado basal terminal original”… “Cuando la hidra es cortada a la mitad, la mitad del organismo que contiene la cabeza irá a regenerar un nuevo pie, y la parte inferior que contiene el pie irá a regenerar una cabeza”.
De estos datos científicos sin dudas ya sabían algo los griegos pues imaginaron que al sur de la ciudad de Argos, cerca de Tirinto y Micenas, estaba el pantano de Lerna donde en la lejanía se encontraba la entrada a los infiernos, custodiada su puerta por el terrible monstruo llamado Lerna, una serpiente acuática con numerosas cabezas (entre 5 y 12). Se decía que la cabeza central, representada a veces con los rasgos de un rostro humano, era inmortal.
De esta literatura se alimentó la leyenda sobre serpientes con varias cabezas que si se las corta darían lugar a que nazcan varias cabezas más desde cada corte.
Pues eso hicieron.
Hugo Chávez les resultaba una piedra dentro del zapato y decidieron acabar con él. Al pueblo venezolano le cortaron la cabeza conductora y el cuerpo político decidió inculcarle a su gente que Chávez no está muerto.
Ya él mismo se había diseminado en vida diciendo “Yo ya no soy Chávez. Chávez eres tú”, señalando a cualquiera de los miles de seguidores en sus actos públicos.
Hoy basta con observar unos minutos el canal venezolano TelesurTV para comprender que Chávez se ha multiplicado en millones de seguidores conscientes de que deben continuar con la revolución bolivariana. El pueblo se está organizando como hidra dispuesta a ofrendar su vida en pos del alma del líder desaparecido físicamente.
Los matadores en estos días han comprendido el grave error y ahora, como no saben dialogar (siguen pensando como los piratas de antaño), parece que están planificando generar mayor daño sobre esa sociedad matándoles al opositor. Sí, al mismo que los representa en el campo de batalla, o sea a Henrique Capriles Radosky.
¿Están locos?
No. Pretenden así acusar al chavismo como autor de la muerte del opositor y provocar de esta manera una guerra civil con ganancia para ellos; es decir, justificar entonces una invasión, golpe de estado o toma del poder violento, pues la democracia no les conviene.
“A menudo se ha asumido que las hidras son únicas entre los animales en el sentido de que no sufren envejecimiento y son biológicamente inmortales”.
Ese es el problema que deben enfrentar los asesinos planetarios: el enemigo ahora no sufre envejecimiento y es ideológicamente inmortal.
En la que te metiste, Tío Sam.
Luis Colombatto.