Susana Martínez.
Hablar de Chávez, es pasearse por momentos imborrables. Un hombre que desde el principio asumió su responsabilidad: “Asumo la responsabilidad de este movimiento militar bolivariano” Hugo Chávez.
Triste y vergonzoso, que tengamos una oposición que nunca asume sus equivocaciones, que se han dado a la tarea de incurrir desesperadamente en el derrocamiento de un presidente. Porque quieren llegar a la presidencia, pero a la fuerza. Carecen de una ideología, que disfrazan con un “Maduro vete ya”
Chávez, nos inculcó ese sentir revolucionario a través del conocimiento: “La conciencia es el resultado del conocimiento; por eso hay que estudiar, leer y analizar mucho”. Cuando no se dispone de ese conocimiento necesario y se recurre hasta el punto de crear barricadas entre el cerebro y la lengua, limitándose a creer que la paz tuya es hacer guarimbas. Entonces, estamos en presencia de compatriotas que no tienen en sus venas ese sentir patrio, y prefieren que cualquier imperio le dé órdenes: pidiendo intervención extranjera, para crear muertes entre venezolanos.
Pero, ya no somos colonia. Bien lo decía el comandante : “Tenemos 500 años aquí y nunca nos callaremos, mucho menos ante un monarca”
“¡Con nosotros no van a poder! ¡En Venezuela están las cenizas de Simón Bolívar, las cenizas de nuestros abuelos, las cenizas de Guaicaipuro! ¡Tendrían que aniquilarnos a todos nosotros para adueñarse de esta tierra!”
Este gigante lo cumplió hasta el final de su vida. Chávez, no defraudó nunca a su pueblo, él sabía que el combate trascendía hasta fuera de las fronteras. Ese legado se regó como agüita fresca por el mundo.
“CHÁVEZ SOMOS TODOS”, no es una frase más, es el sentir del pueblo. Que se niega a callar, mientras su voz haga temblar su conciencia.
Hoy, mas que nunca, sus enseñanzas debemos cumplirlas en acción.
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