Chavs, la demonización de la clase obrera

Cuando algo es molesto y puede atentar contra el poder lo mejor es exterminarlo. Bajo esta premisa el ensayista británico Jones Owen nos cuenta en su obra como poco a poco los medios de comunicación británicos y los partidos políticos han creado una especie de sentimiento de culpa y vergüenza de pertenecer a la clase trabajadora, promoviendo como meta llegar a alcanzar la acomodada vida de la clase media con la que todo británico quiere sentirse identificado.
La clase trabajadora ya no existe, ahora los llamamos Chavs, un engendro de individuo que ni estudia ni trabaja y vive en pisos de protección oficial uniformados con chándal y cadenas de oro, son los eslabones perdidos de quienes se desgañitaron en el siglo XIX por los derechos de los trabajadores. No son pocas las series donde exponen esta realidad como algo ridículo o incluso medios que utilizan un hecho en concreto para crear una actitud generalizada de las clases más bajas británicas.
Detrás del mensaje de estudia, trabaja, progresa y así dejarás de ser clase trabajadora para ser clase media, se esconde una cruel realidad que empezó a ser construida en pleno thacherismo. La "dama de hierro" se ocupó de eliminar la industria manufacturera, eliminar los sindicatos y bajó impuestos a los ricos y se los subió a los pobres. Las desigualdades que ocasionaron estas medidas no se ha llegado ha restablecer nunca,  puesto que en vez de optar por políticas de ayudas a los más necesitados, los sucesivos gobiernos solo han responsabilizado a los individuos de su propia desgracia. Culpabilizar a la gente humilde de sus propias miserias no es algo que sólo se de en Reino Unido. De hecho, como el propio Owen comenta en diversas entrevistas a medios "en todo lugar donde haya desigualdades se da" y España no podía ser menos. Afirmaciones como:"vivían por encima de sus posibilidades", "el que está en paro es porque quiere"o "quien tiene talento puede estudiar" son manipulaciones que recibimos desde el poder para no caer en ser choni y pertenecer a una clase media que se encuentra lejos de nuestras posibilidades.