Revista Belleza
Tarta de queso fría y sin necesidad de horno, ideal para el verano porque es muy ligera y fresca pero creo que vale para cualquier época del año, combina con todo y se adapta muy bien con cualquier ingrediente que quiera combinar: fresas, mango, caramelo, turrón, limón....
En este caso quise combinar el sabor del limón con unos colores muy suaves que son los tonos pasteles.
Ingredientes:
Para la base:
150 gramos de mantequilla
300 gramos de galleta maria
Crema
400 gramos de queso crema para untar
400 gramos de nata para montar
Zumo de limón (yo use tres pero dependiendo del tamaño podéis usar dos)
7 hojas de gelatina
200 gramos de azúcar
Para hacer las capas de colores podéis utilizar colorante artificial o combinar con puré de fruta natural.
Elaboración:
Primero preparamos la base de galletas para eso solo tenéis que tritura las galletas hasta que adquiera una textura casi que de arena.
Mezcla con la mantequilla fundida y cubrir el fondo de una tarta con aro desmontable.
Montar la nata y reservar.
Hidratar la gelatina con agua fría y reservar.
En un bol batir el queso crema con el azúcar.
Disolver la gelatina hidratada en el zumo de limón caliente y mezclar con la crema de queso y azúcar.
Por ultimo incorporamos la nata montada muy suave para que no se baje el aireado.
Dividir la mezcla en tres o cuatro partes y colorear a vuestro gusto cada mezcla.
Primero vertemos la mezcla con el primero color sobre la base de galletas, alisamos la superficie y en seguida repartimos el siguiente color hasta finalizar, siempre despacio para evitar que se mezclen o baje el volume.
Dejar cuajar en la nevera por 24h o toda una noche.