Chelsea Gray es pura diversión. Foto: Alberto Nevado / FEB.
Toni Delgado (@ToniDelgadoG) #baloncestofemenino #CopaReinaLFEndesa
Chelsea Gray (Hayward, California, 1992) parece relajada. Lleva una sudadera gris de una conocida marca, su inseparable cinta negra en la cabeza y una mascarilla. Vive sus primeras horas de su segunda etapa en el Uni Girona y Martí Pueyo, su jefe de prensa, le pide que se siente en una silla. Están en Fontajau.
—¿Qué expectativas tienes? –pregunta el periodista.
—Espero grandes cosas en la Liga Femenina Endesa y en la Euroliga. Estoy deseando comenzar y jugar –responde la entrevistada.
Es curioso que Chelsea Gray se olvidase de mencionar la Copa de la Reina. El caso es que a la hora de la verdad, 139 días después y en la Fonteta de Valencia, la base del Uni Girona se tomó muy en serio la competición. Con 14 puntos y 10 asistencias y, sobre todo, un liderazgo y un control de las emociones extraordinarios, Chelsea Gray cortocircuitó a un Perfumerías Avenida que se vio 12 puntos por delante al final del tercer cuarto y cedió por 78-91 en la prórroga. El Uni Girona se cita en la final con el anfitrión, el Valencia Basket, que superó por 57-46 al Gernika.
Chelsea Gray siempre deja huella allá donde juega por su sencillez, naturalidad y, claro, por el espectáculo que ofrece. Sus partidos son un clinic. "Fue un período corto, pero definitivamente he encontrado a faltar la ciudad", le comentaba a Martí Pueyo. La base echó raíces en el Uni Girona en tan sólo 10 partidos, casi 324 minutos en los que anotó 403 puntos, repartió 45 asistencias o recuperó 39 pelotas (44 pérdidas). Estaba tan a gusto que le costó irse al AGU Spor turco, que le ofreció un contrato tres veces mejor. "Ha sido una decisión difícil, pero creo que es lo mejor para mi familia y mi carrera", declaró entonces en la web del club.
Nunca había ganado el Uni Girona al Perfumerías Avenida en una Copa de la Reina y para hacerlo no se podía permitir el más mínimo lunar. Lo tuvo en un tercer cuarto en el que sólo anotó cuatro puntos y fue acribillado por Maite Cazorla o Katie Lou Samuelson, que en un minuto provocó la cuarta falta personal de Julia Reisingerova y de Laia Palau y metió cinco puntos (48-46 los 23m 40s).
Sonaba It's my life, de Bon Jovi, en el tiempo muerto. Era "it's now or never", ahora o nunca para un Uni Girona que se colapsó todavía más. Hasta Chelsea Gray titubeó: botó el balón en el pie de Giedre Labuckiene (campo atrás) y, poco después, otra pérdida. En el Perfumerías Avenida todo fluía: Nikolina Milic seguía con un trabajo silencioso que comparte con Leo Rodríguez, y Katie Lou Samuelson le sacaba la segunda personal a Frida Eldebrink y colocaba el 60-48 a los 29m 33s.
Concentrada como si estuviese haciendo un rompecabezas, Chelsea Gray se tocaba la cabeza con el dedo índice. Las piezas no encajaban y, con Laia Palau y Julia Reisingerova a una falta de la eliminación, su equipo la necesitaba como elemento diferencial. La campeona de la WNBA con Los Ángeles Sparks rodó una extraordinaria película en el último cuarto, que empezó con un triple y en el que repartió seis asistencias. La mayoría fueron para Julia Reisingerova, que pudo estar tres minutos más, suficientes para sumar siete puntos más antes de ser eliminada a falta de 4m 45s (64-62). La exjugadora, entre otros, del Bàsquet Femení Sant Adrià y del Valencia Basket acumuló 16 tantos.
Chelsea Gray y Maite Cazorla, un duelo extraordinario. Foto: Alberto Nevado / FEB.
Cualquiera diría que Chelsea Gray llegó a Valencia tras dos semanas de baja por una contusión ósea en el tobillo. De nuevo, otra genialidad: asistencia sin mirar hacia atrás para María Araújo, que metió el triple. Dos acababa de anotar Paola Ferrari, enamorada de las patatas calientes.
Chelsea Gray se agachó y cogió un poco de aire después de superar en velocidad a Maite Cazorla y a Nikolina Milic para poner el 66-70 a 3m 5s. La consigna de Roberto Iñiguez era clara: "Tenemos que colapsar a Gray". Cazorla lo logró, Katie Lou Samuelson empató a 72 y Tiffany Hayes erró el tiro de la victoria.
A la prórroga se había llegado con tres partidos diferentes. Maite Cazorla, Tiffany Hayes y Chelsae Gray habían marcado la pauta en un primer cuatro repleto de intercambios de canastas (18-21) y con dos inconvenientes por equipo: las dos faltas personales de Laia Palau y Emese Hof. Siguió la igualdad hasta el descanso (40-44) y en el tercer cuarto, como suele hacer desde la primera etapa de Miguel Ángel Ortega, el Perfumerías Avenida apretó el acelerador: más intensidad defensiva y mucha puntería. Con Maite Cazorla secando a Gray y a Palau, el conjunto charro había tenido el partido en sus manos. Antes de consumirse el último minuto de la prórroga un lanzamiento de tres de Frida Eldebrink tocó el aro, subió hacia arriba y entró limpio. La tiradora sueca metería todavía siete puntos más (acabó con 20). También surgió Sonja Vasic, sobre todo en una acción extraordinaria en la que levantó el balón cayéndose. Giedre Labuckiene, desde la línea de personal, puso el 72-81 a 1m 59s, una distancia inalcanzable para un Perfumerías Avenida que ya no tuvo respuesta y vio cómo se rompía su racha de 41 triunfos consecutivos en cinco competiciones diferentes.
Sonja Vasic tras su canasta inverosímil. Foto: Alberto Nevado / FEB.
"A mí me gusta mucho el baloncesto. Y el baloncesto no es sólo anotar, también es defender, coger rebotes, repartir asistencias.. Lo más importante es trabajar fuerte y también divertirse jugando", le comentó la base estadounidense a Marc Verdaguer en el Diari de Girona en octubre de 2015. Gray es eso: una base total obsesionada por divertir y divertirse. Y, por supuesto, quiere levantar la Copa de la Reina, ese título que se olvidó.