Para ser finisher de un maratón, Ironman, Ultraman, Trail... es necesario entrenar duro, descansar, alimentarse bien y tener un objetivo/reto fijado. Hay una cosa más; hacerse un chequeo médico.
En ocasiones nos gastamos un dineral en unas zapatillas, una bici, el super maillot o pagamos 500 euros en una inscripción pero sin embargo nos cuesta gastarnos unos euros en un chequeo médico o una prueba de esfuerzo.
Siempre he dicho que debería ser obligatorio que lo pidiesen en este tipo de carreras. La reflexión es muy sencilla. Cuando compites en un Ironman te revisan el caso y la bici para ver que todo está en orden. ¿Por qué no se comprueba que el cuerpo está en perfecto estado?.
El cuerpo es el que nos llevará a la meta, no tener una mejor bicicleta.
Desgraciadamente todos los años tenemos malas noticias sobre atletas que no han podido contar la carrera.
Al hacerse un chequeo estamos más seguros. Si todo va bien sabemos que nuestro cuerpo está a tope, podemos meter caña, tener una preocupación menos y disfrutar más de la competición.
Con la prueba de esfuerzo, sabemos cuales son nuestros mejores ritmos, hasta donde podemos forzar y muchos más detalles. En resumen, sabemos más sobre nuestro cuerpo y hasta donde nos puede llevar.