Cheta es una perrita muy joven, dejada a su suerte por los campos de naranjos, seguramente porque no valía para cazar, y allí ha sobrevivido como ha podido hasta que tuvo su primera camada.
Por suerte decidió tener a sus pequeños en la parcela de unas personas amistosas que la cuidaron y nos llamaron para conseguir ayuda.
Sus cachorros se han adoptado y Cheta se ha quedado sola.
Era muy muy miedosa, desconfiada hasta con las personas que la han alimentado y cuidado todo este tiempo. Nos ha costado cogerla pero teníamos muy claro que no podíamos permitir que se quedara otra vez preñada y tuviera otra camada indeseada.
Finalmente pudimos hacernos con Cheta en septiembre para esterilizarla y la hemos llevado a una residencia canina donde ha permanecido desde entonces para socializarse.
Aunque sigue siendo un perra tímida, ya acepta relacionarse con todos y agradece especialmente la atención de las personas con las que tiene más contacto.
No podemos seguir manteniendo a Cheta en residencia, y si no encontramos una alternativa tendrá que volver a la parcela donde la recogimos. Aunque la gente la trata todo lo bien que puede, no es un lugar seguro para ella.
URGE ENCONTRAR UNA CASA DE ACOGIDA PARA CHETA, o mejor aún una familia que sepa apreciar la compañía de una perra de tamaño medianito, joven y dócil, una compañera fiel para toda la vida.
Se entrega con vacunas y microchip. Hacemos contrato de adopción y seguimiento.
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telf. 600 94 94 10