Chichetas es desde hace meses, el más mejor amigo de la beba. Es como un tercer hijo.
Llegó a casa por Navidad, en su carrito, con su ropita a juego de él. Al principio la beba lo “cogió” con amor hasta que descubrió las posibilidades del carrito y lo apartó (porque el carrito se pasea vacío, sin nadie encima o si acaso ella). Pero pronto volvió a recuperar su amistad.
Chichetas ha viajado con ella, ha ido a la guarde, a hacer la compra, lo ha porteado, ha visto pelis, le ha dado de comer, bañado… Vamos, que son inseparables.
Pero no hay manera de vestirlo, de ahí su nombre, Chichetas, dicese del que va en chichas todo el día. Es verlo con ropa y se la quita en menos que canta un gallo, o te
Pensaba que este amor iría decreciendo con el tiempo, que un día de olvidaría de él, o lo tiraría por ahí. Pero nada de eso. Hay días que al irse a la guarde con la mochila en la mano, entra corriendo a casa a por chichetas.
Lo curioso, es que chichetas no es chichetas. Ósea, el bebé que venía con el carrito, que se llevaba a la guarde, un día se quedó allí por olvido. Y al día siguiente, ¡¡¡nos dieron otro chichetas!!! Se lo comenté a la profe, por el hecho de que nos habíamos llevado un bebé de alguien, o de la guarde, y podían echarlo en falta (además este bebé es más grande, no se le abren y cierran los ojos, está más viejo…) pero nunca más se supo. La beba no se ha dado cuenta de este cambio, así que aquí no ha pasado nada, y larga vida a chichetas.
¿Vuestros hijos también tienen un muñeco preferido?