Argumento
Un joven añora a su madre llamado Mahito. Empujado por el amor a su madre, Mahito se adentra en un mundo compartido por los muertos y los vivos, donde la muerte llega a su fin y la vida encuentra un nuevo camino, un nuevo comienzo.
Pues como bien dice la publicidad de la peli, está basada en el libro de 1937 del mismo nombre, escrito por Genzaburo Yoshino.
Ha sido la película que ha inaugurado el reciente Festival de Donostia 2023, en su Sección Oficial, pero fuera de concurso.
Como siempre en el maestro Miyazaki, la imaginación es desbordante y la presentación y diseño de los dibujos impresionante.
Los dos mundos aparecen de forma atractiva, luminosa y oscura según los diversos momentos y situaciones que vive el joven protagonista.
Es, en líneas generales, una buena película, que se sigue con gusto, aunque a mi, personalmente, me ha parecido algo irregular ya que la primera parte, hasta adentrarse en el nuevo mundo, es excelente, viva, vamos conociendo a los ricos personajes.
Sin embargo, su segunda mitad, aunque debiera ser la mejor, a mí me ha resultado, según pasaban los minutos, algo recargada y excesiva. Esta parte entretenida en todo momento y no baja el interés pero, aunque siempre bella y visualmente deslumbrante, creo sinceramente que, en ocasiones, los árboles no dejan ver el bosque.
A mi parecer, el film no llega a ser completamente redondo pero, si nos abandonamos a los maravillosos mundos de Miyazaki siempre podemos gozar de mundos de fantasía donde todo es posible.