Child of Eden. ¿Pure Poison, o Pure Love?

Ojito, que me ha dejado con ganas de más el trailer de Child of Eden para Xbox 360 y PlayStation 3. Los que lleváis más tiempo por aquí, ya sabéis que a mí todo el rollo este de disparar a saco a todo lo que se mueve me encanta, y más todavía si en pantalla me presentan las luces y efectos suficientes como para hacerme creer que estoy en pleno éxtasis etílico en el paseo marítimo de la feria de Albacete, hoygan.

Pues de eso va Child of Eden. Bueno, de eso, y de salvar a un tal Eden que es un niño o no sé qué cosas raras. Yo me quedo con las lucecillas amistosas y esas medusas alias idea-alegre-de-turno que aparecen en algunos momentos del vídeo. Vamos, que me ha gustao, y el hecho de que salga para Xbox Live y Play-estos-días-no-Station lo pueden hacer un título muy atractivo de cara al verano (Septiembre para la consola de Sony). Ahora bien, la versión de Kinect da qué pensar, y es que cualquiera se pone a tener el brazo en vilo para jugar a un juego de esas características. Vamos, que como fuera yo iba a acabar con el brazo más destrozado que un chaval en plena pubertad un domingo solo en casa *guiño, guiño*.

Ahora es cuando os tiráis a comentar en masa porque os ha encantado el juego, o nadie lo hace y verifico que, a diferencia de mí, os importa nada y menos el juego.

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