Nuevo ridículo oportunista de la diplomacia chilena.
Hace un año, “Andrés Manuel López Obrador, quien ya aparecía en las encuestas como la principal carta para ganar la presidencia, salió por tercera vez en su vida de México, para visitar Chile .
En las 36 horas que pasó López Obrador en Chile, se reunió brevemente con la Presidenta Michelle Bachelet y con el entonces candidato presidencial del PRO, Marco Enríquez- Ominami. Aunque había manifestado interés por sostener otros encuentros con algunos próceres de la ex Concertación “de la talla de los ex mandatarios Ricardo Lagos y Eduardo Frei”, estos finalmente no se gestaron. Tampoco fue recibido por el PS, ni por otros partidos de la centroizquierda chilena”.[1] Ni que hablar de Piñera y demás rancios.
El “caluroso” recibimiento
“En el aeropuerto no los esperaba nadie. Ni siquiera una escolta de seguridad. Por sus propios medios se trasladaron hasta el Hotel Panamericano, en calle San Antonio, en pleno centro de Santiago, donde habían reservado habitaciones.
Tras descansar y almorzar cerca del hotel, partieron caminando hacia La Moneda.
Sobre la extensión de la cita, hay dos versiones. La prensa de la época habla de poco más de 15 minutos. el socialista Gabriel Gaspar, en cambio, asegura que duró casi una hora. Ya fuera de La Moneda, Gaspar le preguntó a Amlo dónde estaba su auto. “Ando a pie”, le dijo el líder mexicano. Sorprendido, Gaspar se ofreció acompañarlos caminando hasta el hotel. En el trayecto, el hoy Presidente electo de México le contó que se reuniría más tarde en el restaurante del hotel a tomar un café con Marco Enríquez-Ominami, y que no había logrado agendar otras reuniones con otros políticos chilenos, pese al interés que había manifestado antes de viajar.[2] ¿Que puede importarle a Chile un país que “apenas ” produce la cuarta parte de PIB global Latinoamericano?
Árbol torcido jamas se endereza
El domingo pasado, mientras en El Zócalo de Ciudad de México la gente aún sorprendida celebraba el triunfo del izquierdista, entre los que felicitaban al presidente electo estaban el senador Alejandro Navarro y la diputada Marisela Santibáñez, ambos del partido País-Pro. Del PS y del resto de la centroizquierda chilena, aunque también habían sido invitados, no viajó nadie”. Pero si viajo el enviado de Piñera a implorar la ayuda que Chile no supo ganar con algo de educación y mínima cortesía. ( Este tipo de acciones recuerdan a Pinochet llegando de Inglaterra para levantarse de su silla de ruedas y salir caminando. )
La historia de esta cómica farsa oportunista del “enviado” se encuentra: Aquí