El general Mario Rozas presentó su renuncia ante el Presidente de la República, Sebastián Piñera, tras un repudiado operativo policial que dejó heridos de bala a dos menores de edad. Rozas, que será reemplazado por Ricardo Yáñez, ha sido criticado por los numerosos casos de brutalidad policial durante el estallido social que vivió el país desde finales de 2019.
“He aceptado la renuncia del general Mario Rozas y he procedido a designar como nuevo director de Carabineros al general Ricardo Yáñez”, señaló Piñera, quien mostró “su mayor aprecio, admiración y gratitud” por el uniformado saliente.
La dimisión de Rozas se concretó tras los incidentes ocurridos este miércoles en un hogar del Servicio Nacional de Menores (Sename) en la comuna de Talcahuano. El hecho en el que dos adolescentes, de 14 y 17 años, fueron heridos con arma de fuego presuntamente por agentes de Carabineros.
Críticas durante toda su gestión
El hasta hoy director de Carabineros de Chile fue criticado por su gestión en el control de las manifestaciones en Chile a finales de 2019. Un cargo que ocupó por apenas dos años
La oposición y distintos organismos internacionales llevan meses pidiendo la salida de Rozas por la brutalidad policial ejercida en las manifestaciones que dejaron más de 30 muertos y miles de heridos, y también por numerosas violaciones a los derechos humanos.
Polémica tras polémica
El hecho en Talcahuano fue el punto final de una serie de graves acusaciones contra el cuerpo de policía chileno. Según el diario “La Tercera”: “El sargento segundo John Mograve y la carabinera Jordana Alarcón llegaron hasta la residencia del Sename Carlos Macera (…) luego de que una ambulancia del Samu solicitara su concurrencia para que los acompañaran a ingresar a la residencia, dado que atenderían a un menor descompensado”.
La policía sostiene que poco después de llegar al lugar, un grupo de adolescentes empezó a agredir a los agentes con piedras. “Es ahí, dice el relato, que el sargento Mograve efectúa tres disparos con su pistola fiscal 9mm”, informa el diario chileno.
También durante la ola de protestas en el país, Gustavo Gatica y Fabiola Campillai, dos ciudadanos que participaron en una de las manifestaciones en Santiago, quedaron ciegos tras recibir disparos de perdigones y bombas lacrimógenas en su rostro por parte de la policía.
Se suma además que, durante una de las protestas en octubre de este año, un agente lanzó a un menor a un río, provocándole graves heridas.