¡Las casualidades de la vida! Hoy quería escribir sobre el mercado de Puerto Montt. Ahora el país se encuentra sumido en la tragedia del terremoto que azotó hace unas horas. Los grandes desastres llegan de nuevo a un país interrumpido en estos momentos por los efectos del seísmo que ha sido uno de los más grandes en los últimos cincuenta años. Ha afectado a gran parte del país, desde Antofagasta hasta Puerto Montt. No se si es lo más idóneo porque no me gusta ser oportunista pero hoy tenia la intención de mostraros el curioso mercado de Puerto Montt. Y va por todos ellos, los chilenos, con todo cariño y respeto.
Fecha de viaje: Octubre 2009
Extracto de Mi Diario de Viajes:
Desembarcamos en Puerto Montt y una vez en tierra tomamos un colectivo que nos lleva justo donde se encuentra el hospedaje Hostal Central. Sólo se encuentra alojada una maestra colombiana que da clase de español y seis de sus alumnos que embarcarán en el ferry mañana. Una vez instalados en una acogedora habitación nos paseamos por la costanera. Reservamos las excursiones para los próximos días en la agencia de Ayacara y llegamos caminando al Centro Artesanal, pero como aún es muy pronto y comienzan a abrir los puestos de artesania, nos dirigimos directo hacia el mercado de marisco y pescado que se encuentra en el barrio de Angelmó.Parece ser que es el gran atractivo de Puerto Montt.
En el interior vemos diversas clases de pescado y marisco como salmones, merluzas, pulpos, centollos, almejas, mejillones gigantes... Un sinfín de colorido y de vida llena este lugar. Los trabajadores cortan de forma cuidadosa y profesional el pescado, otros se dedican a envasar el marisco. Todo muy limpio y bien organizado.
En el interior y alrededor del mercado se encuentran los comederos donde sirven ricos platos... obviamente vamos directos a probarlos pues pasear por el mercado y sin apenas haber desayunado nos ha abierto el apetito... todo ello regado con buen vino del país que son de los mejores en todo Sudamérica.
El entorno de estos restaurantes familiares es cálido, tienen vista al mar y la mayor parte de ellos están ubicados en palafitos. Afuera, los pequeños barcos de pescadores llegan con sus mercancías y ya una vez en puerto, se disponen a vender en la misma barca.
El plato típico de la zona es el curanto, una mezcla de olla de marisco, mejillones, almejas, patatas, pollo, chorizo, y algún que otro tubérculo que desconozco y que se sirve todo junto. Demasiado para mi estómago.. prefiero tomar algo más ligero, salmón con chorizo y queso fundido.Aqui uno no se puede escapar de las grandes comilonas.También probamos los locos que son deliciosos y se parecen a las almejas gigantes pero con sabor diferente (también llamado abalones ) acompañados con ensalada.
Afuera, en un anexo al mercado se encuentran puestos de flores al aire libre donde las mujeres se dedican a venderlas esperando que se acerquen los clientes. Pregunto si también están cada dia y me dicen que hoy es un día especial porque mañana es 1 de noviembre y los familiares el día anterior se dedican a comprar las flores para los seres queridos que ya fallecieron para llevárselas al cementerio...