Hace unos meses realizamos un viaje de observación de aves por los alrededores de la ciudad de General Belgrano (realicé una entrada que se puede ver visitando mi otro blog: Aves Bonaerenses). Si bien es una ciudad que está a 50 km de mi casa salimos antes del amanecer y recorrimos muchos kilómetros por caminos de tierra; luego de volver hacia la ciudad y estar en la costa del río fuimos pasados pocos minutos de las 12 del mediodía a almorzar a una parrilla que se llama Los Cardales y que está por una calle colectora a orillas de la ruta 41, cerca la avenida principal de acceso. Fuimos temprano para aprovechar que a esa hora hubiera más posibilidades de menor cantidad de comensales, la otra por haber salido temprano y ya tener algo de hambre y cansancio.
Al arribar solo había un vehículo estacionado y a pocos metros justo cuando nos íbamos a detener vimos a un chimango (Phalcoboenus chimango) devorar con ganas el cadáver reciente y sin cabeza de una paloma manchada (Patagioenas maculosa). No sabemos como llegó hasta la paloma y cómo murió, es prácticamente imposible que la haya matado solo (no matan presas grandes); lo cierto es que estaba comiendo quizás apurado mientras miraba reiteradamente hacia arriba por la posible llegada de otro carroñero que nunca apareció; curiosamente instantes antes una paloma pasaba con cierta curiosidad al lado del cadáver de su congénere.
Ya en el restaurant mientras esperábamos el almuerzo vimos como el chimango volvía a la paloma ya que se había volado antes por el paso de un auto, momentos antes que ingresáramos al local. Mientras comía la paloma este la arrastró con sus garras hacia un sector con tierra al costado de la calle, parte de ese momento lo filmó Jorgelina a través del vidrio de la ventana.