El matrimonio estadounidense Deborah y Roger S. Fouts ha dedicado su vida a combatir la idea de que el lenguaje es el "último bastión" de la singularidad humana y el resultado ha sido más de 40 años de trabajo con unos chimpancés que no sólo han aprendido a comunicarse con el lenguaje de signos, sino a mentir y hacer poesía.
Esta pareja de psicólogos comparativos, del Instituto de Comunicación entre Humanos y Chimpancés de la Central Washington University, se jubilará el próximo verano sabiendo que han cumplido su misión y que han podido "cerrar la boca" a muchos científicos -entre ellos al lingüista Noam Chomsky- que durante décadas negaban esta posibilidad comunicativa, explican en una entrevista a Efe.