A principios del Año Nuevo, si todo va bien, la nave espacial china Chang´e-4 llegará donde no ha habido ninguna nave antes: al lado opuesto de la Luna. Está previsto que la misión se lance desde el Centro de Lanzamiento de Satélites de Xichang en la provincia de Sichuan el 8 de diciembre. La nave, que comprende un módulo de aterrizaje y un vehículo de exploración, entrará en la órbita de la Luna antes de aterrizar en la superficie.
La misión es explorar y estudiar el lado lejano de la Luna marcado por un cráter, realizando los primeros experimentos de radioastronomía de esa región, informa Scientific American.
Chang’e-4 es el último proyecto de la Administración Nacional Espacial de China (CNSA) en sus aspiraciones lunares.
En 2013, Chang’e-3 realizó un aterrizaje “suave? en la superficie. En los años que siguieron, CNAS anunció su plan para construir una base lunar, lanzando un satélitepara transmitir las comunicaciones desde el módulo de aterrizaje sobre la superficie lunar a la Tierra, evitando la masa lunar.
Si el aterrizaje es exitoso para el cohete Chang’e-4, se le asignará la tarea de mapear el área alrededor de su sitio de aterrizaje. Equipado con un radar de penetración en el suelo, medirá las capas subsuperficiales. Un espectrómetro cercano e infrarrojo le permitirá medir la composición mineral del suelo lunar. Estas medidas pueden ayudar a los geólogos a comprender mejor la dinámica geológica de la evolución de la luna.
La CNSA no ha hecho público el sitio de aterrizaje de Chang´e-4, aunque Zongcheng Ling, un científico planetario de la Universidad de Shandong y miembro del equipo de la misión, dijo a Scientific American que la ubicación más probable es Von Kármán, un cráter con un ancho de más de 115 millas.
Parte de la misión Chang´e-4 se está preparando para futuras misiones con tripulación y la base lunar deseada por el CNAS. Entre sus experimentos se incluirá el estudio de si ciertas semillas brotan y se hacen la fotosíntesis en un ambiente controlado en la superficie de baja gravedad de la luna.
“Cuando demos el paso hacia la morada humana a largo plazo en la Luna o Marte, necesitaremos instalaciones de invernadero que nos apoyen, y tendremos que vivir en algo como una biosfera”, Anna-Lisa Paul, científica hortícola de la Universidad. de Florida, dijo a Scientific American.
Este experimento específico tendrá como objetivo verificar los estudios realizados en la Estación Espacial Internacional, que determinaron que la papa y el berro crecen normalmente en entornos controlados de baja gravedad, pero no en entornos con una gravedad tan baja como la de la luna.
El CNAS tiene otra misión, Chang´e-5, programada para su lanzamiento en 2019. La misión de Chang´e-5 será recuperar las muestras recopiladas por el explorador de la misión Chang´e-4.