Como si de una película de ciencia ficción se tratase, China ha proyectado una fábrica industrial de robots en el noreste del país, concretamente en Shenfu, una localidad situada en una región industrial del país. La planta abracará una extensión de cinco kilómetros cuadrados, supondrá una inversión anual de 8.000 millones de dólares y se espera su construcción finalice en 2017.