Los próximos 10 años hablaremos más de China, India y África que nunca. Son, sin duda, las regiones ascendentes del mundo en estos momentos.
De China ya está casi todo dicho. La segunda potencia mundial, y pronto la primera. Da miedo pensarlo. Y es imparable. No son una potencia simpática; ni tan siquiera en Asia, conde todos sus vecinos (que los conocen mejor que nosotros) los ven con recelo. Uno de sus objetivos a medio plazo supongo que será precisamente mejorar su imagen mundial. Si quieren ser el número uno, han de ganarse el puesto, no sólo desde el punto de vista material sino también desde el de la imagen. El liderazgo de verdad implica un liderazgo moral. Por ahora es algo de lo que China está muy lejos.
África está dando los primeros pasos para ponerse al día, aunque aún está muy lejos. Pero estamos en el siglo XXI, el siglo de la comunicación, de Internet y de los móviles. Y África ha de aprovecharse de ello. Además, la modernización de África es algo que le interesa al mundo. A Europa, que sufre ya a la vez se aprovecha de la migración africana, y que tiene ahí un mercado virgen para sus empresas y sus productos. Y China, que está volcada en África, como fuente de materias primas, de mano de obra sustitutiva de la china cuando ésta pase a ser cara, y como potenciales consumidores de productos e infraestructuras chinas. África (como Latinoamérica) es la palanca del salto al liderazgo mundial que pretende dar China.
Por último India, la gran promesa, el país más poblado del mundo. India es un país especial, que en muchos aspectos comparable a África, pero también a China. Aunque no es ni uno ni otro; es India. Punto y aparte. Actualmente parece que creciendo por encima de China. Aunque si los datos chinos son sospechosos, los indios lo son mucho más. En cualquier caso es evidente su potencial. Y ya es una realidad en muchos aspectos. Por ejemplo, India es el mayor productor de antibióticos del mundo. Pero India es un país de contrastes. Y a la vez es el país con más atas tasas de resistencia a los antibióticos del mundo. Porque los antibióticos son relativamente baratos, y de pueden comprar sin control alguno.
India es una democracia, pero una democracia muy imperfecta. En un territorio enorme y diverso, formado por muy diversos estados, de gran autonomía, como herencia del pasado colonial que no han abandonado del todo. Y es un país de enormes desigualdades, económicas y culturales, donde persiste el sistema de castas y altos índices de analfabetismo con el mayor número de ingenieros y millonarios. ¿Hasta dónde nos llevará el crecimiento de India?
Así como China es un país capitalista con estructura política comunista, India es un país aún agrícola en alto grado, con estructura política teóricamente democrática. La eficiencia administrativa de ambos deja aún que desear, pero India está claramente a la zaga. desde un punto de vista económico, India está aún muy orientada al consumo interior, al contrario de China, una economía claramente volcada al exterior. Sin duda alguna India no es ni será una nueva China. India será India. Así como China podemos adivinar adonde va, India todavía es un misterio.
Pero la gran asignatura del mundo en los próximos años (décadas) es que el concepto de economías emergentes desaparezca del diccionario, porque todos los países del mundo hayan emergido, y al frente de todos ellos, aparte de China, India y el continente africano tienen un papel esencial que jugar.
El futuro está ahí. Los empresarios no podemos olvidarlo. Y así como India y China están lejos de Europa y de España, África ha de ser nuestro terreno de juego. No podemos dejar que los chinos nos lo arrebaten. Francia creo que lo tiene claro. Todos los países de la Unión Europea hemos de compartir ese objetivo. Nos jugamos mucho.
¿Es una manera de empezar a resolver el problema de la inmigración africana?