El exauditor, General Edward Ouko, informó, tras la revelación de un informe presentado al Parlamento de Kenia hace casi dos años, que el puerto más importante del país podría pasar a manos del gobierno de China si el país asiático no recibe el pago de $3.346 millones correspondiente a una deuda que el gobierno keniano tomó para la construcción de un ferrocarril que conecta Mombasa con Nairobi.
Los activos de la Autoridad Portuaria de Kenia fueron entregados como parte de garantía al préstamo, además se acordó que el Estado renunciaría a su inmunidad en caso de falta por incumplimiento de pago, informó Ouko.
La construcción del ferrocarril se inició en 2017 por parte de China Road and Bridge Corporation a través de Africa Star Operations.
El pacto entre ambos países está condicionado a la intervención de la Comisión de Arbitraje Económico y Comercial Internacional de China en caso de que las disputas entre Kenia y China no se resuelvan por mutuo acuerdo.
“El lugar de arbitraje será Beijing y el idioma del arbitraje será el inglés. Cada laudo arbitral será definitivo y vinculante para todas las partes”, señala el acuerdo, citado por el exauditor.
Según el periódico keniano The Star, la Kenya Railways Corporation está teniendo pérdidas millonarias al no alcanzar la meta que esperaba sobre la afluencia de pasajeros en sus ferrocarriles, lo que está causando prácticamente la pérdida del control del puerto de Mombasa.
“La nueva ruta de seda”
El presidente de China, Xi Jinping, presentó en 2013 la llamada “iniciativa de la nueva ruta de la seda” (Belt and Road Initiative -BRI-) para dar a conocer su voluntad para aportar al desarrollo de infraestructura, comercio y políticas financieras, entre otras cosas.
Luego, en marzo de 2015, Xi Jinping publicó los planes oficiales del BRI: un presupuesto de 1 billón de dólares para invertirlos en infraestructura que serviría para concretar enlaces marítimos y ferroviarios entre Kenia y Europa.
En 2019, países latinoamericanos (Cuba, Perú, Bolivia, Uruguay y Venezuela) se sumaron a más de los 36 gobernantes del mundo que asistieron al segundo Foro de la Ruta de la Seda para acceder a préstamos similares.