Hace más de una semana leí en The Observer, de tendencia laborista, un artículo sobre Hong Kong en que se explicaba como el gobierno chino está incumpliendo uno de los acuerdos de 1997 por los que el Reino Unido devolvía la soberanía de Hong Kong a la China.
En los acuerdos de 1997 se estableció que la China respetaría en Hong Kong los derechos humanos y la democracia permitiendo la elección por sufragio universal y libre del gobernador de la demarcación. Inicialmente los chinos lo cumplieron e incluso lo bautizaron con la frase “un país, dos sistemas”, pero poco a poco han ido imponiendo su autoridad y hoy día el país con dos sistemas todavía no ha muerto, pero está moribundo.
Los derechos humanos no se respetan, aunque el trato no sea tan duro como en el resto de China. Solo en libreros que en sus tiendas vendieron libros no autorizados hay cinco en la cárcel de los que el primero en ser detenido lleva cerca de 10 años encerrado.
En Marzo pasado Carrie Lam, una señora de 59 años que ha hecho carrera con el gobierno de Pequín ganó las elecciones a lo que ellos llaman “Chief Executive” o gobernador, en unas elecciones en que contó con el poderoso apoyo del gobierno chino, se limitaron los actos de sus competidores y se rumorean trampas.
El totalitarismo chino ha provocado la aparición de importantes grupos de activistas que exigen el cumplimiento del “un país, dos sistemas”, sin éxito y recibiendo serias represalias.
Al cabo de un rato de haber leído el artículo me di cuenta que las principales críticas que el autor hacía a la forma de reprimir la democracia en Hong Kong eran perfectamente aplicables al gobierno Rajoy en su sumamente errónea manera de reprimir y no dar solución el problema del independentismo catalán.
El artículo se refiere repetidamente al duro acoso al que el gobierno chino somete a los grupos que exigen el cumplimiento de los acuerdos del 1997 en lo referente a democracia y derechos humanos, y para ello dispone de una arma terrible: en el régimen comunista no existe la separación de poderes, el Poder Judicial lo ejerce el propio gobierno que aplica las leyes como y contra quien quiere. Si, esto recuerda algo muy cercano, pero todavía son más familiares los párrafos del artículo que explican que debido al autoritarismo con que actúan los chinos, en Hong Kong se ha generado una organización que plantea la independencia del enclave, y a pesar de que las posibilidades de éxito de los independentistas son prácticamente nulas el gobierno chino ha ilegalizado a los promotores de la independencia. Lo curioso es que en este punto el autor del artículo afirma que se trata de otro incumplimiento del régimen político acordado para Hong Kong, porque en vez de ilegalizarlos cualquier país democrático al menos negociaría con los independentistas un referéndum o cualquier forma de conocer si se trata de un sentimiento mayoritario. Está clarísimo que el autor del artículo desconoce que en Europa hay un país gobernado por comunistas chinos de lo más dictatoriales.
En fin, el “un país, dos sistemas” ha fracasado, pero ha nacido con mucha fuerza y vigor el “dos sistemas, mismos métodos” con China y España. La comparación no es tan descabellada, unos son comunistas y otros son del Opus Dei, que a la hora de hacer política y respetar la democracia actúan de manera parecida con la sola diferencia que los comunistas no engañan ni esconden sus intenciones, mientras que los políticos del Opus son expertos en cloacas, que como pudimos ver en TV3 solo en Catalunya, están llenas de mierda pestilente y donde no se les investiga, no se les persigue, nunca se les detiene, jamás los juzgan y de condenarles ni hablar.
Por cierto, en Polonia Jaroslaw Kaczynski, el nacionalcatólico líder del partido en el poder y ex presidente pretende aprobar una Ley que destruye la separación de poderes, razón por la que la U.E. se les ha echado encima. Los polacos son tontitos, deberían tener una larguísima conversación con Aznar, Rajoy y Trillo y les explicarán cómo conseguir lo mismo sin hacer ruido y dejando contenta a la señora Merkel.
Cuando escribía esta nota me he enterado de la muerte de Miguel Blesa. Ni cocido de vino me creo que ha sido un suicidio.