¡Chinchillas rebozadas!
!Qué pensabas! ¿Que hablábamos de una receta tailandesa o de cocina fusión de tu abuela?
Las chinchillas, a diferencia de otros roedores, NO se las puede bañar con agua. Su mata de pelo es tan, tan densa que si se mojara, sería tan lento su secado que les provocaría irritaciones en la piel, hongos y demás molestias.
Por y para ello, y tras siglos de evolución de estos animalitos, desarrollaron un curioso instinto: aprendieron a rebozarse en arena de piedra marmolina para acicalarse.
Pues así, si queréis lucir chinchilla, que se revuelque en la arena y que retoce de gusto, no hace falta que os vayáis a por marmolita a la pradera, encontraréis esta arena en todas las tiendas especializadas.
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