Las patatas son seguramente una de mis comidas favoritas y procuro tener siempre en casa por si algún día no sé que hacer o no me apetece cocinar. La mayoría de las veces las preparo al horno tipo fritas y la verdad es que no tienen nada que envidiarle a las patatas fritas normales, se hacen solas en el horno y son perfectas para acompañar una comida o comerlas solas para cenar. Últimamente he descubierto que quedan genial acompañadas de aguacate chafado, untando las patatas en el aguacate como si fuera una salsa. Espectacular, en serio.
Además las patatas me gustan de cualquier manera. Así al horno es como más las hago pero se pueden añadir también a una ensalada o hacer una crema o puré. En el blog ya subí la receta de la crema de patata y puerro con garbanzos y la crema de patata morada, que aunque es un poco más difícil de conseguir que la patata normal vale muchísimo la pena.
Estas chips son una variante de las patatas al horno tipo fritas pero a diferencia de las otras estas quedan más crujientes. La diferencia está en el tamaño de las patatas cuando las metemos al horno y el resto es igual. Es decir, que simplemente las metes al horno y te olvidas de ellas hasta que están hechas.
Fácil, rápido y genial para acompañar un plato o comer de aperitivo.
Espero que os guste 🙂
Ingredientes:
- Patatas
- Sal y aceite de oliva virgen extra (opcional para aliñar)
Instrucciones:
Pre calentamos el horno a 200º.
Lavamos bien las patatas para eliminar la suciedad de la piel y las cortamos a rodajas muy finitas con la ayuda de una mandolina. En caso de no tener mandolina podemos hacerlo con un cuchillo, intentando que queden todas del mismo grosor.
Ponemos las patatas en una bandeja de horno sobre una base de silicona o papel de horno para que no se peguen.
Horneamos durante 20 minutos o el tiempo que tarden en quedar crujientes (dependiendo del horno). Añadimos sal y aceite al gusto por encima.
¡Listo!