Revista Cultura y Ocio

Chiquitunga: su vida, su mensaje y su entrega, también en italiano

Por Maria Jose Pérez González @BlogTeresa

Chiquitunga: su vida, su mensaje y su entrega, también en italianoEl camino de santidad de la beata María Felicia de Jesús Sacramentado, más conocida como Chiquitunga, sigue inspirando corazones más allá de las fronteras de su Paraguay natal. Ahora, gracias a la publicación de Edizioni OCD, su historia llega al público de habla italiana con el libro «Tutto ti offro Signore». Vita di Maria Felicia di Gesù Sacramentato, Chiquitunga, escrito por Julio Félix Barco.

Esta obra, que constituye una hermosa introducción a la vida y el mensaje de la primera beata paraguaya, ha sido cuidadosamente traducida al italiano, poniendo a disposición de nuevos lectores el testimonio de una joven carmelita descalza cuya entrega total a Dios ilumina la «santidad de la puerta de al lado».

El libro cuenta con un prólogo el P. Miguel Márquez Calle, actual Prepósito General de los Carmelitas Descalzos, quien resalta la frescura y profundidad espiritual de Chiquitunga, una mujer que, desde su sencillez y pasión por Cristo, nos recuerda la fuerza transformadora de la gracia.

Chiquitunga encarna un modelo de santidad actual, que invita a integrar lo humano y lo divino en una alianza creativa y fecunda. Su vida, marcada por el compromiso con los demás y su amor apasionado por Jesús Sacramentado, es un faro de esperanza en tiempos difíciles.

Invitamos a nuestros lectores a descubrir esta obra y a adentrarse en la riqueza espiritual de Chiquitunga. Su ejemplo es un testimonio vivo de que la santidad no es un ideal lejano, sino una llamada a abrazar el amor de Dios en la vida cotidiana, con audacia y alegría.

Ofrecemos, a continuación, las palabras de presentación del P. Miguel Márquez y en este enlace, imágenes del libro, gentileza de la Editorial.

PREFACIO

A la vista del próximo centenario del nacimiento de la beata María Felicia de Jesús Sacramentado, que coincide felizmente con el jubileo convocado por el Papa para el 2025, invito a los lectores de lengua italiana a adentrarse en esta biografía de Chiquitunga, escrita por el que fuera postulador de la causa, padre Julio Félix del Barco. Me siento honrado de unir mis palabras y mi devoción por ella,  a esta aventura vital de la primera beata paraguaya.

En italiano, de Chiquitunga se han publicado solo algunos pensamientos y, a la espera de que vengan traducidos sus diarios y sus cartas, será una perfecta introducción a su obra esta sintética y excelente descripción de su historia y su mensaje.

El jubileo es una estupenda ocasión para poner en escena la gracia de Chiquitunga, que representa un modelo de santidad que libera, que dilata el alma y, enraizada en lo humano y conecta con lo divino desde nuestra verdad. El jubileo es una oportunidad de renovación y renacimiento. Al modo como leemos en las vidas de los santos que se dejaron transformar y fueron dóciles al paso de Dios en cada etapa de su vida.

Nuestra Chiqui, beatificada no hace muchos años en Paraguay, en una bellísima celebración en el estadio de fútbol de Asunción delante de miles de personas, es un ejemplo actualísimo de la “santidad de la puerta de al lado” de la que habla el Papa en Gaudete et exsultate, exhortación apostólica sobre la llamada universal a la santidad. Que — recordémoslo — como primer ejemplo se refiere no a un misionero o laico sino a una trapense de los años 30 del siglo pasado, la beata Maria Gabriella Sagheddu, que ofreció su vida por la unidad de los cristianos. Un ejemplo que recuerda y revalida que la santidad de una monja puede hablar al corazón de todos, también de los laicos.

Chiquitunga ha sido una laica  que se ha catapultado a todas las calles de su Villarrica y de su Asunción, hasta el punto de ser llamada ‘callejera’: ha sido militante católica, activista antifascista, propagandista del evangelio, maestra de escuela y trabajadora de la caridad, apasionadamente enamorada primero de su prometido… y después de su consagración en el claustro, ha vivido la síntesis y la “guinda del pastel” de todo su pasado.

Cómo ha conseguido tener éxito en esta aventura: este es su misterio, su sabiduría, la originalidad de su mensaje que está en su nombre religioso de carmelita: de Jesús Sacramentado. Es decir, la entrega total de sí en la Eucaristía, Sacramento que no se reduce a la transubstanciación de un trozo de pan y un dedo de vino (otra directiva que, recordamos, nos deja Francisco sobre la santidad en el mundo actual, con el motu proprio Maiorem hac dilectionem), pero arde por transustanciar  todo el mundo (como ya dijo Benedicto XVI con ocasión de su 60 aniversario de sacerdocio) a partir, no tanto de nuestras ideas o virtudes, sino de nuestras pasiones y de nuestra carne.

Como ha recordado hace poco el Papa Francisco en la reciente audiencia concedida a las carmelitas descalzas con motivo de la revisión de las Constituciones, que son el corazón de la Orden del Carmen, nuestro carisma no debe reducirse “a cuidar cenizas, sino a avivar el fuego”… Chiquitunga sentía su corazón rebosante como un volcán y se sorprendía de dónde le venía tanto amor. Consagrándose en el Carmelo, este volcán se ha unido a un volcán más grande, el corazón de Cristo, para irradiar más calor y más amor: que, desde ella y con ella, caminante, peregrina de la esperanza en este Jubileo, podamos nosotros también aprender a transfigurar las sombras de este mundo en guerra, en destellos de amor y paz, siempre al servicio de los últimos y alejados, sea cual sea nuestra condición.

Sin duda, María Felicia (Chiquitunga) encontrará en los lectores de lengua italiana una acogida cálida, abierta y amigable. Nos hace falta la frescura de Chiquitunga para recorrer el camino de nuestra fe con audacia e intrepidez, con corazón apasionado y despierto que se deja conquistar, integrando lo humano y lo divino en alianza de amistad creativa y sanadora.

He tenido la suerte de conocer a varias connovicias de Chiquitunga, que me contaban las anécdotas que vivían juntas. Y alguna de ellas, que era amiga suya antes de ser carmelita. Una fuente de primera mano para saber un aspecto de su personalidad, hecho de decisión, de valentía y también de sentido del humor. Anécdotas que no son para escribir aquí pero en las que Chiquitunga reflejaba la libertad alegre y ocurrente de las hijas de Teresa que son encarnación de humano y divino junto, con gracia y simpatía.

Pido a Chiquitunga nos contagie su pasión enamorada por Jesús. verdadera clave para hacer arder el mundo como los primeros discípulos, contagiando con la vida y la palabra este Amor encarnado y eucarístico, acogiendo en esta comunión a toda la humanidad que busca también sus amores en el breve, hermoso y único trozo de vida que se nos regala.

Dejad que Chiquitunga misma os regale despertar a esta pasión de amor de Dios por la humanidad, hecha alianza cotidiana.

Fr. Miguel Márquez Calle, ocd
Prepósito General


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