Conciencia colectiva, luces y vida,
más acá de lo imposible: chispas
de artistas pintando de otra manera
una realidad que merezca la pena.
Chavales con bicis y monopatines,
graffiti pintando las paredes de verdades,
parejas besándose en los bancos de parques
restringidos para un uso exclusivo.
Puestas de sol en los alrededores del palacio,
músicos tocando melodías con sus instrumentos,
gestiones indecentes de lo público premiadas.
Restos de sangre derramada por luchas
que fueron necesarias en su tiempo,
pancartas y manifestaciones, mensajes
de miedo transferidos e inculcados
por todos los medios posibles.
Múltiples facetas de una ruina mayoritaria,
decisiones injustas torpemente justificadas
en aras de una recuperación macro
que nunca ha llegado a lo pequeño.
Laponia está en la mente y en la vivencia,
como un modelo que deja lo humano en segundo plano.
La vida laboral como castigo que flexibiliza
y facilita a las empresas cuanto necesiten.
Sin espacio para compaginar cuestiones de gran calado:
Amistad, familia, crianza de las hijas, ocio, compromiso.
El sistema está hambriento,
el sistema es voraz y multiplica los panes
y los peces para comérselos entre pocos.
Un capitalismo destructivo con cara amable,
monstruos de distintos tipos
tomando decisiones perniciosas.
Unos brotes verdes que son restos
de lo que quiere dejar para los pobres.
Cconocimiento profético del dolor necesario,
un desvío de los planteamientos defendidos,
la traición electoral como método de gobierno,
un modelo bipartidista favorecido por élites
que no quieren cuestionar lo fundamental.
Dispuestas a ganar la apuesta contra el mundo.
La pata de la alternancia atenta
para cambiar un poco sin cuestionar el todo.
Rivalidades superficiales en matices,
confrontación en lo accesorio
y en lo fundamental acuerdos.
Salpicaduras de recortes y reformas,
instituciones públicas tomando decisiones
contrarias al sentir mayoritario.
Movimientos dormidos
con claves de épocas pasadas,
mentiras aceptadas esperando
que la suerte vuelva a caer de nuestro lado.
Un lado burqués que siempre anida.
Males menores y necesarios en otros lugares,
burbujas que se pinchan,
reformas que se hacen más malas con el tiempo,
posiciones variantes dependiendo del día
y del espacio que se ocupe en la bancada.
Mis chispas de luz serán tales
cuando disminuyan las víctimas colaterales,
los desempleados sean tratados dignamente y
vivamos las cosas con valores distintos