Revista Religión
Lo que ha dicho el Papa sobre el uso del preservativo es muy claro: Si uno ha elegido un estilo de vida como la prostitución, no le vamos a poner como ideal la fidelidad a su pareja, pero el uso del preservativo para no contagiar la enfermedad puede ser “un primer acto de responsabilidad”. En estas u otras situaciones singulares –como ya numerosos moralistas han sostenido en el caso de esposos en el que uno es seropositivo y el otro no– usar el preservativo para evitar la infección es un signo de responsabilidad. Este enfoque no tiene nada que ver con la estrategia del reparto indiscriminado y masivo de condones como si fuera la vacuna contra el VIH. Y que en realidad a lo único que contribuye es a banalizar la sexualidad. Los que han visto en esto un cambio radical y "esperanzador" en la Iglesia Católica, lo único que demuestran es una completa ignorancia sobre el tema.
Dejo a continuación un vídeo de presentación del libro.
La polémica no ha hecho más que empezar. Pero el libro no se agota ahí. Recojo otros mensajes de Benedicto XVI:
1. Infalibilidad del Papa. Sería equivocación afirmar que los Papas son infalibles, "soberanos absolutos, cuyo pernsamiento y voluntad son como los de cualquier otro obispo, y pueden cometer errores".
2. Secularización. "Allí donde un sacerdote viva junto a una mujer se debe examinar si existe una verdadera voluntad matrimonial y si quieren contraer un buen matrimonio. Si es así, se debe tomar ese camino".
3. Homosexualidad. No pueden ser ordenados sacerdotes,"porque su orientación sexual les distancia de la recta paternidad que define el ser sacerdotes".
4. Legionarios de Cristo. Este es un asunto que la Santa Sede ha manejado mal, pues las perversiones de Marcial Maciel fueron descubiertas tarde y la reacción fue lenta. "Aunque hay que hacer correcciones, los legionarios son una comunidad sana, que quiere servir ocn entusiasmo a la fe. No debe destruirse ese entusiasmo por los errores de un falso profeta".
5. España. "Es un país de contrastes dramáticos, basta recordar el contraste entre la República de la década de 1930 y Franco o en la lucha actual entre la secularidad radical y la fe decidida". Recordemos lo muy impresionado que se fue el Papa de la cálida acogida dispensada por tantos jóvenes en Santiago y en Barcelona.
6. Pederastia. Asegura que no se le pasó por la cabeza dimitir después de estos escándalos, "ya que no se puede escapar en el momento del peligro".