Hablar a estas alturas sobre twets con chistes negros como concejal de cultura del Ayuntamiento de Madrid puede parecer que está fuera de tiempo. Eso depende de quién lo mire, porque los tweets de la discordia se escribieron hace cuatro años, que es mucho más tiempo. Incluso podría decir que el contenido de esta reflexión es atemporal, y lo seguirá siendo mientras haya suelto tanto tonto suelto. Con ello no quiero insultar a nadie, sólo describir si nos a la Definición de tonto “Falto de escaso de entendimiento o razón”. Por tanto seguro que lo dicho a continuación es de fácil aplicación en el futuro cuando otra orda de tontos cargue de forma similar contra un nuevo Zapata enarbolando la bandera de la estupidez como argumento de mayor peso.
La reacción contra Zapata proveniente de multitud de frentes me resulta muy parecida a la de una manada de chimpancés que señalan con el dedo a un congénere al que le han pillado tirándose un pedo, cosa que todos ellos hacen, unos más a escondidas otros más disimuladamente.
La hipocresía es así. Estoy convencido de que en la intimidad, o con alguna copa de más, muchos de los que acusan se han venido arriba para contar algún chiste ofensivo de vascos, de leperos, machistas, de un van un español-un francés (tonto) y un inglés (más tonto), de gordos, de flacos, de calvos, de ciegos, de feos, de maricas, de gangosos, de borrachos, de drogadictos, de curas, de políticos, de viejos, de niños, de paletos, de comunistas, de fachas, de moros, de guerra, de abogados, de científicos, del hambre, de pobres, de ricos, de cuernos, escatológicos, de suegras, de informáticos, de médicos, de militares, de caníbales, sobre dioses, de catalanes, de muertos, de judíos, de nazis, de etarras, de guardia civiles, de argentinos, de … de cualquier cosa que pueda ser ofensiva; porque buena parte del humor reside en la transgresión. De hecho no hay lugar en el que se cuenten los chistes más hilarantes que un velatorio.
El motivo de cargar contra este hombre se basa en unos tweets de humor negro, muy negro y de según los gustos de cada uno totalmente aborrecibles. En base a estos chistes de mal gusto sobre judios o víctimas del terrorismo, se ha inferido inmediatamente que este hombre es un antisemita pro-etarra. ¡Valiente estupidez! Atendiendo a lo que cada uno escribe y siguiendo es máxima cualquier escritor de novela negra es un asesino (y cosas peores). El mismo valor tiene escribir en clave de ficción que en clave de humor, todo ello es tan falso o real como quieras suponer que es. Y eso sin mirar la caligrafía, que si nos fijásemos en esas minucias pensaríamos que los médicos son en realidad los que están enfermos.
A mi me preocuparía mucho más que alguien que se va a encargar de la cultura hubiera escrito cosas plagadas de faltas de ortografía o que dijera que su libro de cabecera es el de Belén Esteban, o que prefiere el grito de Ronaldo al de Münch.
El humor es como tantas otras cosas de la vida según los gustos y los colores. Hay gente que come caracoles y a mi me repugna. Y luego hay gente que le repugna verme comer chocolate con cerveza. No es que sobre gustos no haya nada escrito, sino que hay demasiado y todo ello superfluo. Con los chistes pasa igual, te puede gustar el humor negro-negrísimo o sangrarte los ojos con el chiste del perro mis tetas.
De modo que a este paso tendré que ir a ver a algunos de mis humoristas favoritos a la cárcel. Lo siento por Ignatius Farray o Esperanza Aguirre. Lo de George Carlin ya no tiene arreglo … ya sólo le puedo ver en You Tube.
En definitiva que sólo los malos de chiste pueden creer que un chistes malo te describe.