Si tuviera una niña la vestiría de Chloé. Con espíritu soñador y delicada silueta, la bebé y niña Chloé encarnan elegancia y dulzura. Su vestuario mezcla prendas de reminiscencias couture con básicos muy confortables.
Los materiales para esta colección primavera verano son etéreos y vaporosos: el satén y la seda contrastan con una chaqueta y un short en cuero gastado o con unos vaqueros. Romanticismo e influencias urbanas se conjugan sobre estampados camuflaje retocados por micro-flores espíritu “liberty”.
Os dejo en la página de Facebook todas las fotos de las prendas. Allá veréis como los vestidos de escote asimétrico se dibujan sobre muselina de seda muy fluida.
Para un look urbano, Chloé combina el denim gris gastado con un top “tête de tigre” o con unos “legging” fosforitos para dar así un toque más deportivo.
Los detalles de apliques de flores, los juegos de nudos, los escotes trenzados son todos ellos un guiño al prêt à porter de la firma.
El bordado inglés se muestra en vestidos y tops poéticos. La paleta de tonos va del nude, beige y camel hasta el cereza, violín, rosa soda así como con verde ácido o eléctrico.