Revista Cine
El demonio de los celos que hace irracional a quien lo padece es el tema de la última película (2009) del destacado director canadisense Atom Egoyan.
Otro viaje más en la filmografía de este realizador que escarba en el lado oscuro de los temores e inseguridades humanas moldea a la cada vez más notoria actriz joven Amanda Seyfried hasta convertirla en un animal sensual e inquietantemente peligroso.
Su contraparte, la "victima" Julianne Moore es una exitosa profesional e insatisfecha esposa que cree más en una extraña que recién ha conocido que en su marido. Paradoja común en las relaciones matrimoniales que resultan insoportablemente endebles.
Las razones para construir en la mente amenazas inminentes parten en primer lugar de un esposo intelectual (Liam Neeson), galante como ninguno, que tiene como hábito coquetear con cuanta fémina se atraviesa por su camino. En segundo lugar, la frustración de una relación sin conexión con su único hijo que ha crecido y del que no conoce sino aquello que puede espiar o censurar.
En conclusión, Catherine es una mujer madura que teme haber perdido el atractivo que seduce a los hombres que en el fuero íntimo escapan de sus manos, de su control. Por eso se refugia en las historias que Chloe construye e hilvana con la experticia de una Scherezada interesada y cuyas motivaciones lentamente irrumpen para alterar el statu quo de su objetivo.
Egoyan retrata a Toronto como lo hace Woody Allen con Nueva York. Lugares emblemáticos como el Café Diplomático punto de encuentro de los protagonistas, el exclusivo barrio Yorkville en donde la Catherine tiene su consultorio, el Jardin Botánico Adam's Park, dominio y ficción de la manipuladora escort Chloe, engolosinan al director haciéndole perder el hilo de este thriller que no logra redondearse por una resolución tibia y una utilización débil del elemento símbolo que pretende ser el peine que cierra en la última toma del film.
Notas:
Amanda Seyfried lleva una meteórica carrera que le ha permitido moverse en los musicales, los romances y los thrillers que como este, le permiten desplegar su artillería actoral y su lado sexual que explota con fluidez felina.
Ya otro outsider letal y peligroso hizo Bob Hoskins de la mano de Atom Egoyan en "Felicia's Journey al lado de la dulce Elaine Cassidy.